Efemérides de San Isidro

Cuando Curro mató murteiras

Hoy se cumplen 50 años de un hecho particular. El día que el Faraón de Camas hizo una excepción y se enfrentó a uno de esos hierros emblemáticos poco usuales en su carrera

Cuando Curro mató murteiras
Cuando Curro mató murteirasLa Razón

No ha sido el torero de Camas muy de lidiar ganaderías que no se prestasen a su forma de entender la tauromaquia, que no presentasen unas condiciones muy precisas para permitir el lucimiento y el que se pudiese ver el toreo de calidad. Pero para todo hay excepción. Y esta llegó en Madrid, el día 31 de mayo de 1975, en la vigesimosegunda y penúltima corrida de la feria de San Isidro.

Para aquella función se había anunciado la lidia de toros de Juan Pedro Domecq, pero ante los excesos y disgustos habidos en los días precedentes, la autoridad rechazó el encierro en su totalidad, siendo sustituido, de prisa y corriendo, con tres toros de Pío Tabernero de Vilvis -uno de los cuales fue cambiado por otro de El Pizarral- y tres de Murteira Grave, que ya el día del patrón había lidiado una corrida con la que Santiago López fue el destacado, dando una vuelta al redondel.

El cartel estaba integrado por Curro Romero, José María Manzanares y Paco Alcalde. Lleno de “No hay billetes” y Curro, que se enfrentó para abrir plaza a uno de los ejemplares de Pío Tabernero, muy protestado por su evidente falta de fuerza y con el que anduvo confiado y a gusto, haciéndose aplaudir en un par de series con la diestra y algún natural aislado, siendo aplaudido al poner al toro a los pies de las mulillas. Con el segundo de su lote, de Murteira, mucho más serio y potente, las cosas ya fueron muy distintas. El toro, encastado y con empuje, ante las muchas dudas y precauciones de su matador fue adquiriendo sentido y terminó haciéndose el dueño del ruedo y la situación, limitándose su matador a dar unos cuantos trapazos y quitarle las moscas, dando luego un mitin con la espada, teniendo que soportar una gran bronca y despedido a almohadillazos.

Almohadillas arrojadas tras la actuación de Curro Romero en el San Isidro de 1975
Almohadillas arrojadas tras la actuación de Curro Romero en el San Isidro de 1975La Razón

Antes ya había cumplido otra actuación en aquella edición del serial isidril de 1975. El sábado 17 de mayo, en la séptima corrida del abono, hizo el paseíllo junto a Rafael de Paula para lidiar un encierro de Fermín Bohórquez, muy justos de presencia, cómodos hasta la exageración y blandos hasta la desesperación, principalmente del público que colmó la plaza, y cuyo poco juego provocó que la función acabase en escándalo y con la dimisión del presidente de la corrida, el señor Ramos Montón, a quien se hizo responsable de haber aceptado la lidia de aquellos tan inapropiados animales. Tanto Curro como Paula, que actuaron mano a mano, hicieron gala de su faceta más reivindicativa y prácticamente no quisieron ver a sus oponentes, siendo su balance de tres broncas monumentales para cada uno, siendo despedidos con gritos de estafadores y teniendo que esquivar el lanzamiento de almohadillas, rollos de papel higiénico y... hasta dos orinales.

En aquella edición de San Isidro sólo se lidiaron seis corridas completas, las de Victorino Martín, Juan Mari Pérez Tabernero, Antonio Méndez, Lisardo Sánchez, Alonso Moreno y Juan Guardiola, y las dos novilladas incluidas en el abono, de Diego Romero y Flores Albarrán. Se cortaron 17 orejas, siendo los grandes triunfadores Paco Camino, Ángel Teruel y Paco Alcalde, que pasearon tres trofeos cada uno. También la empresa, Nueva Plaza de Toros de Madrid, logró un éxito notable, puesto que hubo hasta seis tardes en las que la Monumental se llenó por completo y en el resto hubo una muy gran afluencia de público.