Feria de Abril

La intrahistoria del traje que unió a Cayetano con su bisabuelo un siglo después

Más que un homenaje familiar, fue una declaración de identidad taurina y de amor a una estirpe que ya es parte de la historia del toreo

El torero, Cayetano, a 10 de mayo de 2025 en Sevilla (Andalucía, España). Cayetano, Roca Rey y David de Miranda lidian toros del Parralejo en la décimoquinta de abono en la Real Maestranza de Sevilla. 10 MAYO 2025 Joaquin Corchero / Europa Press 10/05/2025
Cayetano en su adiós de SevillaEuropa Press

Hay gestos que lo dicen todo sin necesidad de alzar la voz. Y en la Maestranza, en su última tarde como torero en Sevilla, Cayetano habló con la elegancia de los símbolos: eligió vestirse con un traje de luces púrpura y plata que perteneció a su bisabuelo,Cayetano Ordóñez “El Niño de la Palma”. No fue una réplica ni una evocación, sino el mismo diseño que una vez pisó la arena en otras manos, con el peso del pasado transformado en presente.

“Hoy me despido de Sevilla como Torero”, escribió el propio Cayetano en sus redes, acompañando sus palabras de un vídeo emotivo: “Bisabuelo Cayetano… 100 años de Dinastía nos separan. Cada uno fiel a su sentimiento, a su sello y Tauromaquia. Pero mi traje, he decidido que sea el ‘mismo’ que tú llevaste en tu día. Por respeto, por cariño y por nostalgia”.

Ese traje, que cualquier museo acogería como una joya patrimonial, fue rescatado del recuerdo para cobrar vida en el ruedo. Rara vez una prenda con semejante valor vuelve a pisar la arena: suelen reposar en vitrinas, convertidas en piezas de exposición. Pero Cayetano quiso más: quiso que su despedida no solo quedara en la memoria de los presentes, sino también en la genealogía emocional del toreo. No fue un simple acto estético, sino una forma de rendir tributo a la sangre y al arte que le dieron nombre.

El vestido, por decisión del propio torero, jamás se subastará. No hay tasación posible que mida su verdadero valor. Para ponerlo en contexto: hace unos meses, una chaquetilla de Manolete alcanzó los 28.000 euros en una subasta en Madrid. Pero lo de Cayetano va más allá del dinero. Es historia en movimiento. Un símbolo de continuidad, de respeto y de cierre. De lo que permanece.

La imagen de Cayetano saliendo por última vez al ruedo sevillano vestido como su bisabuelo hace un siglo es más que una fotografía: es una declaración de principios. Porque la tauromaquia también se escribe con silencios, con gestos, con hilo de oro y memoria viva. Y pocas veces se ha escrito con tanta elegancia como en este adiós.