
Desprecio a la cultura
Otro desplante del PSOE a la tauromaquia: rechaza su candidatura ante la UNESCO
El partido socialista se alinea con las tesis de Ernest Urtasun y niega el respaldo a una manifestación cultural que sigue ganando adeptos, especialmente entre los jóvenes

En pleno debate sobre el futuro del sector, el PSOEha optado por dar un nuevo portazo a la tauromaquia. Este martes, los socialistas rechazaron en el Congreso una propuesta del Partido Popular para impulsar la candidatura de los toros como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO, alegando que este tipo de decisiones no dependen del Gobierno, sino de procesos técnicos. Pero lo cierto es que, una vez más, la tauromaquia queda fuera del relato cultural oficial.
Lo llamativo es que esta decisión llega solo un mes después de que el propio PSOE tumbara la Iniciativa Legislativa Popular antitaurina impulsada por Ernest Urtasun, al abstenerse en una votación clave. Entonces, su posición sirvió para blindar legalmente la tauromaquia en España. Pero hoy, en cambio, niegan su apoyo a su proyección internacional, alineándose con partidos abiertamente antitaurinos como Sumar, ERC y Bildu.
La diputada socialista Isabel María Pérez justificó el rechazo diciendo que no existe consenso social suficiente, ni en España ni en el ámbito internacional, para respaldar una candidatura así. Sin embargo, esta afirmación contrasta con el resurgimiento de la tauromaquia en los últimos años, especialmente entre el público joven, donde las plazas vuelven a llenarse y los datos del sector apuntan hacia una recuperación sólida.
Esta ambigüedad política genera una pregunta incómoda: ¿protección cultural sí, pero solo hasta cierto punto? Mientras el PSOE mantiene en pie la ley de 2013 que reconoce a los toros como expresión cultural en España, se resiste a defender esa misma identidad ante organismos internacionales. Es un doble discurso que debilita cualquier intento de consolidar la tauromaquia como una manifestación cultural global.
Todo esto se enmarca en una estrategia política que parece más alineada con las ideas del actual ministro de Cultura que con el respeto a una tradición viva, adaptada, y en constante transformación. Ernest Urtasun ha eliminado el Premio Nacional de Tauromaquia, ha apartado al toreo de las Medallas de Oro de las Bellas Artes, y ahora su partido se niega a respaldar su reconocimiento internacional. Los hechos hablan por sí solos.
Mientras tanto, el sector taurino avanza sin esperar a que la política le dé permiso para existir. Con una base social rejuvenecida, un calendario creciente y una reactivación palpable, la tauromaquia sigue latiendo donde siempre lo ha hecho: en las plazas, en los pueblos, y en la conciencia de quienes la entienden como lo que es: una expresión cultural profundamente enraizada en la identidad española.
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