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Román: "Siento impotencia, venía a Madrid a otra cosa"

El diestro valenciano, herido grave durante la tarde de ayer en Las Ventas, espera recibir el alta hospitalaria en las próximas 48 horas
Román: "Siento impotencia, venía a Madrid a otra cosa"
Román: "Siento impotencia, venía a Madrid a otra cosa" Alfredo ArévaloPlaza 1
La Razón

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24 horas después de su paso por Madrid con la corrida de Victorino Martín en el cierre de la Feria de Otoño, Román no puede ocultar su frustración. "Esto es así... no sabes la impotencia que tengo, me sentía preparado para dar una buena tarde de toros en Las Ventas y apenas he podido dar un par de muletazos", contó a LA RAZÓN.
El valenciano fue herido por el primer toro de la tarde cuando apenas estaba iniciando su faena de muleta y había demostrado la actitud de siempre, pero con una claridad de ideas y una disposición vital a la hora de enfrentarse a los toros del emblemático hierro extremeño. Tan sólo dos muletazos sobrios y madones pudo instrumentar Román, que en el siguiente vio cómo el torose frenó en el embroque y de un derrote seco lo elevó por los aires, hiriéndolo de gravedad en el muslo derecho, certero.
Camino de la enfermería en brazos de los subalternos, el rostro de Román más que dolor reflejaba desilusión, incluso, antes de cruzar la puerta hizo un gesto como pidiendo perdón al público.
Después, el parte médico del Doctor García Padrós anunciaba que el torero sufría una "Herida por asta de toro en cara interna del tercio superior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente y hacia dentro de 20 cm produciendo destrozos en músculos aductores y alcanzando pubis. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general en la enfermería de la plaza de toros y posteriormente trasladado a la Clínica Fraternidad Muprespa Habana. Pronóstico grave que impide continuar la lidia".
A las 2:00 de la mañana, desde el hospital, Román no conciliaba el sueño. Se la pasó respondiendo mensajes, tratando de sacarse el desasosiego del cuerpo porque "quería pedir perdón a la gente que iba a verme, a ver un torero entregado y toreando, y no a un torero herido, otra vez. Siento rabia, no vengo a que me cojan los toros. Es decir, es algo que puede pasar cuando estás entregado y cuando salgo a torear lo doy todo, pero quiero que la gente me vea toreando despacio. Espero que sea a la próxima".
La noche la pasó con molestias pero sin fiebre, con un dolor profundo en la zona del pubis, perocon la ayuda de los celadores ha podido levantarse, dar unos pasos e ir al cuarto de servicios. Esta mañana el Doctor García Padrós pasó a verle y comprobó que la evolución es buena para este tipo de heridas. Si continúa así, en uno o dos días le retirarán el drenaje y podrá irse a casa. En condicones normales podría comenzar la rehabiliación en cuestión de una semana,