El Atlético toca fondo ante la Cultural

Se adelantó el Atlético y el partido parecía decidido. Pero estaba lejos de ser verdad. La Copa se ha acabado para los rojiblancos, incapaces de ir a buscar un gol más de los necesarios. Marcó Correa y parecía que el trabajo estaba hecho, pero el partido al Atlético se le hizo bola. No hay ninguna ventaja para equipos como el rojiblanco en jugar contra rivales de Segunda B. Son partidos incómodos contra plantillas inferiores y en los que no se admite otra cosa que no sea una victoria. Y el Atlético sólo perdió, derrotado por su falta de ambición, por el acierto del portero local y por las ganas de los jugadores de la Leonesa.

No hubo muchas pruebas en el once del Cholo, salvo el cambio de portero, como suele suceder en la Copa, y la presencia del canterano Manu Sánchez en el costado izquierdo de la defensa, donde no hay otra alternativa a Lodi que no sea volver loco a Saúl. No hay excusas por las rotaciones.

Tampoco de otro tipo. El Atlético se convierte en un equipo pequeño incluso ante rivales evidentemente inferiores, como la Cultural. Pero nadie en los rojiblancos mostró el desborde de Kawaya en los costados ni el portero, Adán en esta ocasión, estuvo a la altura del guardameta rival.

Marcó Correa, aunque el pase fue de Joao Félix, que lideraba el ataque, como de costumbre en el equipo rojiblanco. Su superioridad en el juego sobre sus compañeros no se traduce en números, pero sí en la sensación de que juega a algo diferente. Pero el portugués no impresionó a la Cultural, que nunca dio la espalda al partido.

Kawaya era una pesadilla para la defensa rojiblanca. No paraba de buscar el desborde por los costados, hasta que en una de ésas Castañeda enganchó de volea un balón suelto que dejaba la eliminatoria igualada a falta de menos de diez minutos para el final.

Era algo más que un aviso el empate. Era, también, el despertador para el Atlético. Saponjic, que por fin apareció en partido oficial, estuvo cerca de marcar en dos ocasiones. Primero, en un pase de Joao Félix que le permitió disparar sin molestias, aunque un poco escorado a la derecha. Paró Lucas Giffard, el portero francés de la Cultural convertido en la estrella del partido. Repitió en el siguiente remate del serbio a pase de Arias. Aunque su mayor momento de gloria llegó inmediatamente después, cuando despejó un remate de cabeza de Felipe y el posterior rechace de Thomas. En la prórroga repitió a remate de Saúl de cabeza.

Él hizo su trabajo y Sergio Benito lo completó en el área contraria en un contraataque que remató al Atlético.