Roger Federer

¿Qué le pasa a Roger Federer?

El suizo está en semifinales del Abierto de Australia de milagro: salvó siete pelotas de partido ante Sandgren

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Roger Federer sólo sonrió al final del encuentro, en la entrevista que le hizo a pie de pista Jim Courier. Hablaba de milagro. Ni él mismo sabía cómo había vencido al estadounidense Sandgren por 6-3, 2-6, 2-6, 7-6 (10-8) y 6-3 después de levantar siete pelotas de partido en el cuarto set. “¿Fueron siete? Pensé que habían sido tres, está todo un poco borroso”, dijo el helvético. Era evidente que algo le pasaba durante el encuentro, sobre todo a partir del segundo set. Su movilidad era mala y su servicio, más lento de lo normal, sin llegar a los 180 kilómetros por hora de media y sin hacer ningún daño. Los gestos lo decían todo: que metía una derecha a la línea, ni se inmutaba. Que tiraba otra un metro fuera, ni se inmutaba. Que el rival le hacía un golpe ganador, nada. Si salvaba una bola de partido, y otro y otra, como si fuera el primer punto del duelo. Sólo cuando ganó el cuarto set levantó el dedo en señal de alegría.

El suizo confesó después que no le gusta llamar al fisio para no dar pistas al rival. Pero tuvo que pedir un tiempo médico en el tercer set y antes del quinto se retiró un rato al vestuario. Notó una molestia en la ingle y la pierna -admitió- se le bloqueó. También aseguró que cree que en dos días, cuando llegue la semifinal contra Djokovic o Raonic, estará mejor: “No sé si es una lesión, un dolor o un problemas. Ahora tengo adrenalina en mi cuerpo y hay que esperar. Tengo dos días para descansar, ver a los médicos y a los fisios. Espero que no sea nada malo y que solo sea que me he tensionado la ingle después de jugar mucho o por los nervios”. E igualmente admitió que según avanzó el partido se fue encontrando mejor. Hay que recordar que el suizo jamás se ha retirado de un encuentro durante su larga carrera. Son 1.512 encuentros sin fallo.