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Brexit

El Brexit en la Premier: hecatombe y estampida

Las dificultades que la medida supondrá para el traspaso de jugadores podrían consolidar a LaLiga como la competición europea con mayor proyección en detrimento de la Liga inglesa

West Ham United v Liverpool FC
Jurgen Klopp, entrenador del Liverpool, vigente campeón de EuropaHOLLY ALLISONAgencia EFE

En la última semana del mercado de fichajes invernal las dos ligas punteras del fútbol europeo (LaLiga y Premier League) preparan sus últimas operaciones. Este periodo de traspasos puede ser el último que se celebre en las mismas condiciones entre ambos países. La salida del Reino Unido de la Unión Europea plantea un panorama sin precedentes y con muchas incógnitas que también afectan al mundo del deporte y al fútbol en particular.

Como Antonio Orús, jurista especializado en el ámbito deportivo, predice, «el Brexit puede suponer una hecatombe para la economía británica que provocaría una estampida de jugadores hacia otras ligas europeas». Si los pronósticos se cumplen, la Premier, que en la actualidad es considerada la mejor y que tiene, por ejemplo, al campeón de Europa, el Liverpool, quedaría muy debilitada y la española, su principal competidora, saldría reforzada como destino ideal para los mejores futbolistas del planeta. Sin embargo, como el abogado reconoce, «todavía quedan muchos flecos por detallar, es una negociación muy compleja». La gran incógnita es el grado de «dureza» con el que se aplicará el Brexit, si se llegará a un acuerdo con la Unión para mantenerse en el Espacio Económico Europeo. Así, Boris Johnson trabaja para «ablandar» las condiciones, buscando un acuerdo de libre comercio como el que mantiene Suiza a pesar de no ser estado miembro. Pero como Orús asegura, «la relación no va ser igual con un país que nunca ha querido pertenecer a la Unión, que con uno de los fundadores tras haberse desvinculado voluntariamente».

Aún así, la legislación británica actual en materia de inmigración y trabajo no despierta optimismo. Como en cualquier otro país no perteneciente a la Unión se necesitará visado y permiso de trabajo. Pero, además, las exigencias para conseguir dicha documentación no serían precisamente asequibles para los futbolistas. Según establece el estatuto actual, los jugadores que pertenezcan a una selección nacional dentro del «top 10» de la FIFA, como España, tendrán que haber viajado con su país al menos el 30 por ciento de los compromisos, de los dos últimos años, para recibir el permiso de trabajo. Cuanto menor sea la posición en el ránking, mayor será el porcentaje requerido. Aún así, se espera que se tengan en cuenta otros factores, como los años jugados en Inglaterra, la trayectoria profesional o el coste del traspaso.

Contratación de menores

Otras de las materias que se verá aún más afectada por estas medidas será la contratación de menores de edad (entre 16 y 18 años): «Se aplicará el reglamento de transferencia de menores. Tendrían que venir acompañados de sus padres, quienes deberán residir en dicho país con anterioridad a la oferta del club. Es decir, el desplazamiento del niño tendría que justificarse por otros motivos que no fuese el deportivo». Esta medida podría ser especialmente sensible para la cantera británica, que en los últimos tiempos se ha nutrido de los jugadores más prometedores de nuestro país, como Cesc Fabregas o Héctor Bellerín. Así, el nivel de las competiciones británicas también podría verse damnificado severamente.

El Brexit podría llegar a tener efectos en todos los ámbitos de este deporte, desde el destino elegido por los clubes ingleses para sus pretemporadas –que podría dejar de ser España, como ha sucedido en algunas ocasiones– hasta los ingresos por derechos televisivos, en lo que están a la cabeza, o los desplazamientos de sus aficiones a campos del rival. «Estar en un marco europeo implica cierta uniformidad, por lo que la salida de él no sólo supone un nuevo panorama comercial sino también jurídico, que puede tener múltiples efectos», aclara Antonio Orús.

Al menos, no se espera que esta ruptura histórica entre Reino Unido y Europa afecte a las competiciones internacionales, ya que «la FIFA y la UEFA son organizaciones privadas a las que no les interesa perder a los clubes ingleses». De hecho, a pesar de no pertenecer a la Unión Europea, en Liga Europa y Champions también juegan equipos turcos e israelíes.