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El Chiringuito

Ganar, la palabra mágica en el Madrid, por Lolo Sainz

UNICAJA / REAL MADRID
El capitán del Real Madrid, Felipe Reyes, levanta el trofeo que les acredita campeones de la Copa del Rey tras derrotar en la final a Unicaja por 95-68, en el encuentro disputado esta tarde en el Palacio de Deportes José Mª Martín Carpena, en Málaga.Jorge ZapataAgencia EFE

He visto los partidos del Real Madrid en esta Copa con la misma confianza que los jugadores han demostrado sobre la pista. Tanta, que la de ayer quizá haya sido una de las finales más sencillas de los últimos años para el conjunto blanco. Y es que los de Laso desarmaron a Unicaja, como unas horas antes habían hecho con el Valencia.

Triple a triple El Real Madrid supo en qué momento había que ir a por Unicaja, explotando su punto fuerte en ataque: el lanzamiento de tres. Los blancos se fueron casi al 57 por ciento de acierto desde más allá de la línea y cuando esto sucede es un equipo imbatible. Quizá el gran fallo táctico de Unicaja fue cerrarse demasiado, por el temor que tenían al juego interior con Tavares.

Este Madrid de Laso es la definición perfecta de lo que siempre ha sido la personalidad de este club y que no es otra cosa que ganar. Es la palabra mágica, no puede haber otra cuando se trata del Madrid. Aquí no vale aquello de lo dimos todo o jugamos bien si al final el resultado no es la victoria. Y ayer los blancos salieron con ese espíritu desde el principio, porque Unicaja ante su público podía crecerse si se le daba tregua.

Insaciable Laso Aquellos que criticaban los altibajos del equipo pueden volver a su guarida, porque Pablo ha sabido manejar muy bien los esfuerzos para llegar fantásticamente a este momento importante del curso. Eso sí, conociéndole, seguro que para él la celebración no duró más que unas cuantas horas. Un equipo ganador es el que cuando gana, inmediatamente piensa en el siguiente partido. Y la labor de un técnico insaciable como él es decirle a sus jugadores que ahora hay que ir a por el siguiente trofeo.

No quiero cerrar esta columna sin acordarme del merecidísimo MVP del torneo: Facundo Campazzo, un base que le va que ni pintado a la sección, es un jugador muy Real Madrid.