¿Hay riesgo real de que se paralice todo el fútbol en Europa?

¿Hay riesgo de que el fútbol europeo tenga que pararse por completo? Sí. Por el momento sólo Italia ha tomado medidas, con la suspensión de todos sus campeonatos deportivos, pero es posible que muy pronto no sea la única. España, como Francia, ha decretado que sus ligas se disputen a puerta cerrada. La Ligue 1 se “cierra” hasta el 15 de abril. En el caso español, durante las próximas dos semanas, aunque puede ser por un periodo mayor. Y la Federación ya se plantea aplazar la disputa de la final de Copa para que pueda celebrarse con público en las gradas. La Federación, además, ha suspendido todas las competiciones no profesionales de fútbol y fútbol sala durante las dos próximas semanas.

El Liverpool-Atlético puede ser el último partido que se dispute con público en las competiciones europeas durante un tiempo. El día 26 España recibe a Alemania en uno de los últimos amistosos previos a la Eurocopa. El día 29 la selección española jugará como visitante en los Países Bajos y aún no se ha determinado si habrá público en esos dos partidos.

Las autoridades sanitarias recomiendan el teletrabajo para frenar la expansión del coronavirus, pero los futbolistas no tienen esa posibilidad. Su trabajo deben realizarlo en el lugar destinado para ello, por lo que la única posibilidad de reducir el riesgo al mínimo es la suspensión de todos los torneos que se disputan en Europa. Eso es lo que han solicitado los sindicatos de futbolistas de Italia y España.

Por el momento, de manera conjunta, han solicitado que no se disputen los partidos entre equipos de los dos países. Hay cuatro eliminatorias europeas entre italianos y españoles. El martes se jugó ya el Valencia-Atalanta, pero aún se pueden detener las otras tres. La AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) ha solicitado ya a las autoridades deportivas que se suspenda el campeonato español.

La UEFA decidió que fueran los propios países los que regularan lo que pasaría con sus campeonatos. Lo hizo cuando el coronavirus parecía un problema local, con el foco en China y apenas unos pocos y localizados contagios en Europa. Pero desde hace semanas se ha convertido en un problema transnacional y la disputa de las competiciones europeas se complica.

España ha prohibido la entrada de vuelos procedentes de Italia y, ante la emergencia, el Getafe se niega a viajar a Milán para enfrentarse al Inter el jueves. Podría pedir un permiso especial al Ministerio de Fomento y viajar el mismo jueves por la mañana y regresar inmediatamente después del partido, pero se niega a hacerlo. La Roma no viaja a Sevilla porque no tiene la autorización de las autoridades españolas para entrar en el país. El Gobierno suizo ha prohibido la disputa del partido de vuelta entre el Basilea y el Eintracht de Fráncfort la semana próxima.

Los problemas se acumulan y, mientras, los clubes van tomando medidas para limitar los efectos del coronavirus. El Barcelona, por ejemplo, ha decidido disputar a puerta cerrada los partidos de todos sus equipos, en todas distintas secciones deportivas y en todas las categorías durante las próximas dos semanas, suspender el torneo que iban a disputar entre sí todas las academias que tiene repartidas por el mundo y suspender también los amistosos de todas las categorías inferiores.

En Francia, Mbappé se ha sometido ya a un test para comprobar si estaba infectado de coronavirus, aunque ha dado negativo. Y mientras, los futbolistas siguen viajando y disputando sus partidos. Como si no pasara nada, pero sin espectadores en las gradas. Es decir, como si pasara todo.