Liga ACB
La vuelta de la ACB: canastas y mascarillas
El Barcelona se impuso (96-92) al Joventut y el Unicaja, al Iberostar Tenerife (83-70)
Cien días después volvió el baloncesto. Lo hizo en Valencia, en la Fuente de San Luis, con el arranque de la fase final de la ACB. A puerta cerrada o sería mejor decir como si fuera uno de esos partidos que abren la jornada a primera hora de la mañana en un gran torneo internacional. Como si fuera un Rumanía-Gran Bretaña de un Eurobasket, un Nigeria-Uruguay de una Copa del Mundo o un China-Senegal en unos Juegos Olímpicos. Poco más de un centenar de personas tuvieron el privilegio de vivir en directo el Barcelona-Joventut con que se abrieron las dos semanas de partidos que van a decidir el campeón de la Liga Endesa. El estreno fue para el Barça.
«Aprieta la bola», «mira el tiempo», «sigue el pase»... todo eso y mucho más se escuchó entre el ruido de las zapatillas deslizándose por el pabellón valenciano. Baloncesto en estado primigenio. En un pabellón en el que caben más de 8.000 espectadores fueron 150 personas, jugadores incluidos, los que vivieron de cerca el triunfo de los de Pesic.
«Os echamos mucho de menos», acertó a decir el «speaker» a los aficionados ausentes antes de dar paso a las presentaciones de culés y verdinegros. Vídeos enviados por seguidores de cada equipo sirvieron para dar entrada a la pista a los jugadores, en el caso del Barça con camisetas antirracistas con el lema «Black Lives Matter». Después llegó uno de los momentos más emotivos cuando se guardó un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de la pandemia con el sonido en directo de un violinista que ejerció también desde su balcón durante el confinamiento.
Las gradas, en las que conviven directivos diseminados, personal de seguridad, sanitario y de la organización y periodistas, se pusieron en pie para honrar su memoria. Desplazados al anillo superior, redactores y fotógrafos tienen sus movimientos restringidos y deben avisar incluso para ir al baño. En el anillo inferior de las gradas, donde están el personal de la organización y los selectos espectadores VIP, se ha construido una cabina para que los narradores de los partidos no se conviertan en la banda sonora de los mismos.
También están en las primeras filas de asientos sus compañeros, que colocan una pértiga de sonido en los tiempos muertos (la misma técnica que en las entrevistas personalizadas) y los miembros de la mesa de anotadores, que ha subido de la cancha y está protegida con una mampara de una pista en la que no hay túnel de vestuarios.
Con ese enorme despliegue sanitario de organización regresó el baloncesto en España y fue el barcelonista Ante Tomic quien tuvo el honor de anotar la primera canasta de la nueva normalidad. Luego llegó la victoria de su equipo, aunque un excelente último cuarto del Joventut estuvo cerca de dar la sorpresa (96-92). Unicaja también arrancó ganando (83-70).
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