Fernando Alonso
Las dudas de Alonso, que ya está camino de su nuevo reto
Antes de volver a la Fórmula-1, el asturiano tiene cuentas pendientes con la velocidad
Fernando Alonso ha partido a Estados Unidos con varias incógnitas por resolver. Bueno, una de ellas sí ha encontrado solución: no sabía ni siquiera si iba a poder viajar a competir en Indianápolis por las restricciones del país de las barras y las estrellas con Europa por el coronavirus. Finalmente obtuvo un permiso especial como deportista de élite y ha podido acudir.
La segunda gran duda es si realmente la mítica prueba de velocidad se va a disputar. Las carreras de la Indycar que se iban a celebrar en el autódromo Mid-Ohio el 8 y 9 de agosto han sido pospuestas por la pandemia, con la intención de que se disputen en otoño. Las 500 millas de Indianápolis, que tradicionalmente se celebran en mayo, se trasladaron esta vez al 23 de agosto, siendo las sesiones de entrenamiento del 12 al 14 y la clasificación, el 15 y 16. La prueba será finalmente sin público, pese a la insistencia de los dueños hasta el último momento de hacerlo al menos con un porcentaje mínimo, ya que la taquilla es muy importante en este evento.
Por último, Alonso va a Indianápolis para conducir un coche Arrow McLaren al que no conoce, pero que parece que tendrá garantías, no como el del año pasado. Será la tercera participación del asturiano allí. Lo hizo en 2017, donde estuvo peleando por el triunfo hasta cerca del final, cuando el motor no dio más de sí y se rompió; incluso durante un tramo fue el líder. Y en 2019, donde no logró ni la clasificación. Alonso se muestra optimista y dejó esta foto en sus redes sociales.
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