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Julen Lopetegui

Lopetegui llora, por fin, de alegría

El entrenador del Sevilla lloró mucho en 2018. De rabia, cuando lo despidió la selección y de emoción cuando lo fichó el Madrid, Ahora las lágrimas son por el título de campeón de la Liga Europa

Sevilla FC vs Internazionale
Lopetegui llora después de proclamarse campeón de la Liga EuropaFriedemann Vogel / POOLAgencia EFE

Cuando acabaron el partido y las primeras celebraciones por el título, Julen Lopetegui se quedó solo con Vaklic en el escenario en el que los jugadores del Sevilla habían recogido las medallas de campeones de la Liga Europa. Sonrisas y abrazos entre el portero que fue Julen y el que ha perdido la titularidad en los últimos partidos del Sevilla. “Sólo le he dado las gracias. Esta Copa es también de todos los que no han jugado ni un minuto. Todos han ayudado, jueguen o no, en un escenario muy complejo”, explicaba después el entrenador.

Lopetegui lloraba el viernes, por fin, de alegría. Hace dos años, en 2018, lloró de rabia cuando Luis Rubiales lo despidió como seleccionador a dos días de comenzar el Mundial. Y volvió a llorar, pero de emoción, en su presentación como entrenador del Real Madrid.

Fue una emoción fugaz la de su paso por el club madridista. Su espectacular estreno en la Liga de Campeones contra la Roma quedó difuminado después de una terrible racha negativa que culminó con la goleada encajada en el Camp Nou.

El despido en el Real Madrid pareció borrar todo lo que había hecho antes, los momentos de fútbol espectacular con el equipo y su impresionante trabajo con la selección, que le había permitido volver a sentirse favorita en un gran torneo después de dos dolorosas experiencias en el Mundial 2014 y en la Eurocopa 2016.

Pero Monchi sabía que en Julen hay un entrenador, uno de los mejores técnicos españoles del momento. “Quiero darle las gracias. Mucho de lo que hemos conseguido es culpa de él. Ha sido capaz de armar un grupo en poco tiempo, de sacar el máximo partido involucrarlos a todos, tenerlos a todos enchufados y no es fácil”, explicaba tras el triunfo el director deportivo sevillista.

Maneja la teoría, como demuestra haber sido el número uno de su promoción en la escuela de entrenadores, y la práctica. La prueba son los resultados, los abrazos de sus jugadores -Lopetegui lloraba abrazado a ellos tras el partido- y las palabras de algunos de los más destacados. “Trabaja las 24 horas”, asegura el capitán, Jesús Navas. Ever Banega también lo abrazó. “Por el cariño y el trabajo, por todo lo que pasamos en el año”, afirma. “Cuando bajé un poco el pistón me sacó y me ha demostrado que sin trabajo no se va a ningún lado y hoy le agradezco porque gracias a él me hizo ponerme las pilas y pude terminar jugando”, explica el argentino.

El presidente, Pepe Castro, tampoco tiene dudas sobre la calidad de su entrenador. “El debate [sobre su fichaje] acabó de inmediato. Primero venía de manos de Monchi, después porque hablé con él cinco minutos y me di cuenta de que era el entrenador idóneo. Los resultados están aquí. En Champions, dos jornadas antes y campeón de la Liga Europa con todos los grandes equipos. ¿Se puede pedir más?”, decía después de la victoria ante el Inter.

Aunque no todo ha sido fácil para él. En febrero, después de superar con muchas dificultades la eliminatoria de Liga Europa contra el Cluj, tuvo que escuchar gritos de “Lopetegui, dimisión”. Pero siguió trabajando como si nada. Enfocado en su equipo y en los retos que tenía por delante. Con la palabra resiliencia siempre en la mente. “Es ser capaz de superar las adversidades. No se consigue siempre y por eso el Sevilla ha merecido ganar. Es un club magnífico”, asegura.

Para Lopetegui entrenar al club sevillista era un reto en el que, probablemente, se jugaba el resto de su carrera. Un fracaso o un despido temprano lo hubieran condenado a olvidarse de los grandes o a buscarse la vida fuera de España. Algo que a Julen no le asusta. Sabe que la vida te cambia en momentos. Le sucedió cuando fue despedido de la selección en una decisión de Luis Rubiales que no benefició a nadie. Pero le había pasado antes, cuando Villar lo fichó para dirigir a la Roja y él estaba a punto de firmar por el Wolverhampton. Era un proyecto ambicioso el del equipo inglés, entonces en la segunda división y eliminado por el Sevilla en los cuartos de final de esta Liga Europa.

Julen lo ha superado todo y se siente parte del Sevilla, como demuestran sus palabras. “Este equipo nunca se rinde, como dice nuestro himno”, asegura. Y también tuvo un recuerdo para los símbolos sevillistas ausentes. “Estoy muy contento. Esta victoria es por la afición y también por Reyes y Puerta”, dice.

Monchi sabía lo que hacía cuando lo fichó y ahora todos lo celebran.