Sección patrocinada por: sección patrocinada

Real Madrid

Clásico: ¿Por qué Pedro Sánchez dejó de ser del Real Madrid?

El presidente del Gobierno tiene un pasado como jugador del Real Madrid

FC BARCELONA - REAL MADRID CF
Los políticas también están muy interesados en el ClásicoEnric FontcubertaAgencia EFE

El Barcelona-Real Madrid es más que un partido. Hay de todo en este duelo: desde la rivalidad deportiva hasta el enfrentamiento económico de las dos grandes ciudades de España hasta el problema político. En los últimos choques, los sectores independentistas aprovechaban la llegada del Real Madrid al Camp Nou para mandar sus mensajes al mando. Sabían que no iban a tener un altavoz mejor que ese. Hay una clara tensión política, acentuada en los últimos años, como reconocía el ex madridista y ex barcelonista Alfonso. El Barcelona, además, se ha significado mucho por motivo del independentismo.

Por eso, cuando se dice que no hay que mezclar política y fútbol lo que de verdad se está diciendo es que no quiere que los del otro lado política utilicen el fútbol para vender sus proclamas. Aunque los políticas aprovechan el fútbol para dejarse ver y en los palcos era habitual verles en estos encuentros. Porque a los políticos también les gusta mucho el fútbol.

A Santiago Abascal, de Vox, se le ha visto alguna vez en un palco del Santiago Bernabéu. Era uno de los palcos que usan los jugadores para sus amigos o familiares, así que debió ser algún futbolista el que le invitase. En las antípodas ideológicas, Íñigo Errejón ha reconocido su madridismo desde siempre. Asegura que su padre jugó en la cantera blanca: “Mi padre jugó hasta los 18 o 19 años y creo que paró justo cuando le metieron en la cárcel por su militancia antifranquista”, aseguraba en la revista Líbero. Ahí hacía esta reflexión sobre ser del Real Madrid: “Ser del Madrid y ser madridista (es decir no ser del Madrid un par de temporadas que gana) es elegir ser de un club que no siempre te lo pone fácil. Que no siempre te trata o te ofrece un relato por el cual está claro el espíritu de ser madridista”.

Pablo Casado, pese a nos ser muy futbolero. Le gusta más el motor y Fernando Alonso, se ha reconocido merengue y sólo barcelonista si puede ganar la Champions.

Tan madridista como Errejón es Dina Bousselham, directora del periódico La Ultima Hora, en el centro de la noticias con Pablo Iglesias y Podemos por el caso de la tarjeta de teléfono. Jugó al fútbol cuando era más joven y nunca ha renunciado a su pasión, que es el Real Madrid. En sus redes sociales se mezclan los comentarios políticos con las frases de hincha apasionada del conjunto blanco.

Con todos ellos comparte equipo Gabriel Rufián, que es muy futbolero y nunca ha escondido sus colores. Pese a que el Barcelona comparte, o eso parece, sus ideas acerca de la independencia de Cataluña, Rufián ha sido de toda la vida del Espanyol y como ha reconocido alguna vez: “un poquito del Real Madrid".

Pedro Sánchez tiene un pasado madridista, como explicaba en el As: “Un amigo mío, que estaba en las categorías inferiores del Real Madrid, me dijo que me fuera a hacer las pruebas. Me cogieron e ingresé en lo que entonces se conocía como el Torneo Social, en la antigua Ciudad Deportiva, donde los equipos se llamaban como los jugadores; yo estaba en el ‘Gallego’. Me probaron en distintos puestos, pero sobre todo de central, por la zancada que tenía y mi estatura: con 12 o 13 años medía más de metro setenta. Pero he de reconocer que me aburría el fútbol y jugar de central y decidí dejarlo”. Le tiró el baloncesto, se hizo de Estudiantes y del Atlético de Madrid. Puede que hoy, entonces, vaya con el Barcelona.

Pablo Iglesias ha mostrado su enfado con el Real Madrid por su potencia económica: "Muchas estrellas estudiantiles acabaron en el Madrid porque querían una carrera más brillante. De esa época viene mi enfado con el Real Madrid», aseguró una vez. Pero sí que le regaló una camiseta blanco a Evo Morales.