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Sergio Ramos, Valverde y el primer penalti en 13 años a favor del Real Madrid en el Camp Nou

El último jugador en lanzar una pena máxima en Liga en territorio azulgrana fue Van Nistelrooy en 2007

Sergio Ramos celebra el segundo gol de su equipo ante el FC Barcelona en el Clásico del Camp Nou
Sergio Ramos celebra el segundo gol de su equipo ante el FC Barcelona en el Clásico del Camp NouAndreu DalmauEFE

No se puede ser más uruguayo como futbolista que Fede Valverde. Si ese pequeño país ha sido campeón del mundo y nunca ha dejado de crear jugadores enormes es por el ADN charrúa, que entiende los noventa minutos como una vida en la que para ganar hay que morirse dentro de la cancha. Y eso hizo el centrocampista del Real Madrid en el Camp Nou. Dejarse el alma por el equipo cuando más falta hacía y marcharse antes de tiempo agotado, mareado por el esfuerzo y con visión borrosa. A los setenta minutos sus pulmones no daban para más. Ni siquiera el gel energético que le dieron desde el banquillo le sirvió para poder continuar. Dejó su lugar a Modric sin un gramo de energía en el cuerpo, pero feliz por haber cumplido.

Fueron ocho recuperaciones y todos los duelos ganados, además de un remate a portería que sirvió para inaugurar el marcador. Porque el fuego lo abrió Valverde con un desmarque para aprovechar la asistencia de Benzema y poner el balón en la escuadra de Neto. Algo parecido, lo de llegar al área por sorpresa, lo hizo en el Benito Villamarín en el arranque de la victoria liguera ante el Betis. Aunque no hubiera marcado en el Camp Nou su partido hubiese sido igual de bueno por todo lo que hizo después. La vuelta del confinamiento no le sentó bien al uruguayo, que en el regreso del fútbol no era capaz de encontrarse. No estaba preciso con el balón y ni en el sacrificio parecía brillar. Por eso, sus buenas actuaciones de este curso las siente como una revancha de aquel tramo en el que sentía que no estaba dando el nivel habitual.

No le beneficia que Zidane lo use como jugador de banda en el 4-4-2, pero si es como ayer, más de interior en el 4-3-3, la cosa funciona, porque es capaz de estar en las dos áreas y ser un futbolista moderno, como su técnico lo ha definido en alguna ocasión. Ese Pogba que quería Zizou y que tiene en su vestuario, aunque venido de Montevideo. En el Clásico fue el pulmón de los blancos, que recuperaron el latido, cómo no, a lomos de Sergio Ramos.

El equipo es otro con el capitán sobre el césped. Los goles en contra se reducen y un golpe tempranero, como el empate de Ansu Fati, no hace que el bloque se caiga, como sucedió frente al Shakhtar. «Era una gran oportunidad para reivindicarnos. Después de una semana complicada no hay nada mejor que un partido así. Lo afrontamos con muchas ganas. Había que estar unidos y no teníamos tiempo para lamentarnos. A lo largo de la temporada hay malas rachas, ojalá esta sólo dure una semana», se felicitaba el «4», que volvió a marcar desde el punto de penalti. Una oportunidad que él mismo buscó en el área con Lenglet. «Son marcajes al límite y es clarísimo, me agarra cuando intento saltar. Bastante clara la acción», analizaba sobre la acción que supuso el 1-2.

Zidane respiraba aliviado por ver que la vuelta de Ramos había recolocado todo en su equipo y además no se había resentido de los problemas en la rodilla. «Sabemos lo que representa Sergio para nosotros y lo queremos siempre en el equipo. Me alegro mucho y él, también, sobre todo por ver al equipo jugar de esta manera. Por suerte, además está bien físicamente», explicaba.

Con él en defensa, el resto de hombres de atrás parecen mejores, y el mejor ejemplo es Varane, mucho más cómodo cuando es Ramos el que marca la pauta en la última línea. Nacho se defendió bien hasta su lesión y Lucas Vázquez hizo una segunda parte de lateral como si fuese su posición natural. Así de influyente es el capitán, que ya sabe cómo va esto. «Llevo 16 temporadas y dos partidos son una crisis. La crítica no debe dañarnos y tenemos que seguir con este rumbo».

Primer penalti a favor en Liga después de 13 años

El último jugador del Real Madrid que pudo tirar un penalti en un Clásico de Liga en el Camp Nou fue Ruud Van Nistelrooy. Y sucedió en marzo de 2007. Desde entonces y hasta ayer no se había sancionado ninguna pena máxima a favor de los blancos en terreno de juego azulgrana. El último gol del Madrid en el Camp Nou de penalti lo había hecho Cristiano Ronaldo en Copa del Rey, en el partido de vuelta de semifinales de la edición de 2013.