Sección patrocinada por: sección patrocinada

Fútbol

La dependencia del Espanyol de Raúl de Tomás

El conjunto catalán, que suma tres derrotas consecutivas sufre si su delantero no está en racha

El delantero Raúl de Tomás, el fichaje más caro de la historia del Espanyol, presentado como nuevo jugador del club
Raúl de Tomás, en el momento de ser presentado como jugador del EspanyolQuique GarcíaAgencia EFE

El Espanyol encadena tres derrotas sumando LaLiga SmartBank, donde ha caído frente a Girona y Rayo Vallecano, y la Copa del Rey, tras ser eliminado por Osasuna, y ya es la peor racha de resultados de la temporada del conjunto blanquiazul, que ha perdido el liderato de la categoría frente al Mallorca.

1. Falta de contundencia

El Espanyol mandaba ayer frente al Rayo 2-0 al descanso y se dejó remontar hasta perder por 2-3. El dominio blanquiazul fue claro al inicio, pese a que después faltó contundencia y convicción ante un contrario que no renunció a puntuar en el RCDE Stadium. Contra el Girona falló claramente la puntería.

2. Segunda no perdona

Aunque el Espanyol es, sobre el papel, el gran favorito para el ascenso, el resto de rivales de la categoría no se relajan. El Mallorca es el nuevo líder de Segunda División, a tres puntos de los periquitos, y el Almería, con un partido menos, tiene los mismos que el cuadro catalán.

3. Aportación del banquillo

El entrenador, Vicente Moreno, tiene un once relativamente definido y usa los recursos del banquillo cuando lo considera necesario. De todos modos, el protagonismo de los futbolistas habituales es mucho mayor que el de los jugadores con menos minutos en el bloque periquito.

4. Dependencia de Raúl de Tomás

El madrileño, que marcó contra el Rayo Vallecano, es el referente claro del equipo y uno de los jugadores más determinantes de Segunda. Es el ‘pichichi’ de la categoría con trece goles. Antes de medirse al Rayo, estuvo cuatro partidos sin ver puerta (Las Palmas, Castellón, Osasuna y Girona) y el equipo solo ganó uno de ellos.

5. Examen de responsabilidad

El Espanyol está diseñado para subir a Primera División. Es una obligación por historia y presupuesto y así lo asume el vestuario. El equipo ha reconocido estar fastidiado por esta dinámica y es autocrítico. Los próximos encuentros calibrarán la convicción y sentido de la responsabilidad del bloque catalán.