La lesión de Robert Lewandowski ha hecho desmoronarse al Bayern. Todo lo que había construido en el último año con Hansi Flick en el banquillo, seis títulos y una sensación de poder como nunca antes había sentido en Europa, parecen haber desaparecido de repente. Un inofensivo Polonia-Andorra de clasificación para el Mundial 2022 lo ha reventado todo.

Sin los goles del polaco, las diferencias entre Flick, el entrenador, y el director deportivo, Hasan Salihamidzic, no se han podido disimular más. La derrota ante el PSG en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones y el empate ante el Union Berlín en la última jornada de la Bundesliga son la muestra de que algo no funciona, aunque el equipo sigue líder en su campeonato con cinco puntos de ventaja sobre el Leipzig y mereció mucho más contra el equipo parisiense en el Allianz Arena.

Salihamidzic es un tipo con un carácter nada fácil. Cuando era jugador del Bayern se hizo notar en una eliminatoria contra el Real Madrid cuando dijo que los madridistas se habían «cagado en los pantalones». Y su relación con Flick no es sencilla. La última diferencia ha sido por la renovación de Boateng, al que Flick quería conservar y que ha sido liberado por el club para la temporada próxima. Antes de eso, los problemas eran el centrocampista español Marc Roca y el portero Alexander Nubel, llegado del Schalke y proclamado como el heredero de Neuer, para los que Salihamidzic reclamaba más minutos.

Nubel sólo ha jugado tres partidos, uno en la Copa y dos en la Liga de Campeones. Marc Roca sólo ha disputado diez encuentros, cinco de ellos en la Bundesliga. El ex jugador del Espanyol debía ser el sustituto de Thiago, el futbolista al que más echa de menos Flick, aunque tuviera que desplazar a Kimmich al lateral derecho para que jugara.

A pesar de la llegada de futbolistas como Sané, el entrenador ha reprochado a Salihamidzic que la plantilla sea más débil que la de la temporada pasada. «El año pasado teníamos un equipo mejor que el de este año y creo que todo el mundo lo sabe y todo el mundo estará de acuerdo conmigo», dijo durante una conferencia de prensa.

La posibilidad de que Flick se convierta en el sustituto de Joachim Löw en el banquillo de la selección alemana después de la Eurocopa tampoco ayuda a que la relación entre el técnico y el director deportivo sea buena.

Con ese ambiente debe tratar de remontar el 2-3 que consiguió el PSG en el partido de ida. Aunque Pochettino, el entrenador del PSG, no se fía. «El Bayern es el mejor equipo del mundo en este momento. Le tengo un enorme respeto. Pero tengo confianza en nuestras virtudes», dice el preparador argentino. «Seríamos felices teniendo las mismas ocasiones que en la ida», dice Thomas Müller. El Bayern disparó 31 veces en Múnich. Seis necesitó sólo el PSG para marcar tres goles y ganar el partido.