Deportes
De la admiración al terror: Monica Seles y otros 9 deportistas brutalmente acosados
Puñaladas, amenazas, intentos de violación y asesinato. Estos atletas vivieron un auténtico calvario que en algunos casos acabó con sus brillantes carreras
Se cumplen 28 años del suceso más brutal que haya sucedido jamás sobre una pista de tenis. Con tan solo 16 años, Monica Seles era la reina mundial de la raqueta. En 1990, se convirtió en la ganadora más joven de un torneo de un Grand Slam y lo hizo en la pista de Roland Garros, y ante la que en aquel momento ocupaba el primer puesto en el ranking mundial, Steffi Graf. La joven deportista serbia podía conseguir lo que se propusiera, estaba llamada a seguir haciendo historia, pero todo cambió el 30 de abril de 1993 y el tenis se quedaría para siempre con la incógnita de saber hasta donde habría podido llegar esta tenista excepcional.
Fue en el torneo de Hamburgo, en el duelo de cuartos de final ante Magdalena Maleeva. Seles tenía el encuentro encarrilado (6-4,4-3), pero fue entonces, con 19 años, cuando sufrió un ataque que terminó marcando su vida, y que le obligó a abandonar las pistas más de dos años, sin poder lograr tiempo después volver a ser la que era. Ante 7.000 espectadores, un perturbado obsesionado con Steffi Graf -a la que Seles arrebataba el cetro mundial- le clavó un cuchillo mientras se disponía a beber agua en un descanso del partido. Recuerda que notó un “dolor horrible” en su espalda. Luego, se echó al suelo. Consiguió regresar al circuito en 1995, en Montreal, y lo hizo con una victoria incontestable, pero las secuelas psicológicas pudieron con ella. Además de este trágico suceso que marcó para siempre su vida, la tenista tuvo que aceptar el horror de que su agresor Günter Parche se librarse de la condena, diagnosticado con enajenación mental y puesto en libertad.
Pero Mónica no ha sido la única atleta que ha visto como su vida se veía brutalmente alterada cuando la admiración pasó a ser obsesión y finalmente locura. Estos son otros terribles casos de acoso en el deporte por parte de enfermizos fans:
Eddie Waitkus
Es el claro ejemplo de que no solo las mujeres sufren acoso. El beisbolista Eddie Waitkus estuvo a punto de perder la vida en las habitación de un hotel.
Ruth Anne Steinhagen era una aficionada que estaba obsesionada con Waitkus y lo quería solo para ella, por eso lo invitó a un cuarto de hotel y cuando este llegó le disparó con un rifle. El incidente por suerte no acabó de forma fatal y pudo volver a los terrenos de juego. A ella la internaron en un centro psiquiátrico.
Sheila Taormina
Esta deportista también vivió una auténtica pesadilla. Taormina practicaba triatlón y en ese deporte brillaba por méritos propios hasta que un hombre llamado James Conyers comenzó a acosarla y allí comenzó su calvario. El hombre logró convencerla de que también era un deportista y que practicaba triatlón y de esta forma pudo hasta entrenar con ella. Poco después el acoso iría en aumento y a las cartas amenazantes se unió una en la que detallaba como planeaba violarla. Conyers acabó detenido y lo condenaron a cinco años de prisión.
Sonya Deville
Uno de los últimos casos de estrellas del deporte víctimas de un acosador es el de Sonya Deville. En agoto de 2020, La luchadora de la WWE, cuyo nombre real es Daria Berenato, sufrió un intento de secuestro en su casa de Lutz (Florida). Un hombre fue arrestado con cargos de secuestro después de ser encontrado en la casa de la estrella de la WWE , equipado con un cuchillo, bridas y cinta adhesiva. En el momento del arresto, el hombre confesó que había acosado a Deville durante años en las redes sociales y que su intención era tomarla como rehén, un plan que planificó durante ocho meses.
Anna Kournikova
La tenista fue perseguida durante meses por William Lepeska, un mendigo de 40 años que estaba obsesionado con ella y también le enviaba cartas de contenido sexual. El acoso escaló hasta niveles tan desproporcionados que Kournikova lo tuvo que denunciarlo hasta que lo arrestaron. Al final, lo condenaron a 40 años de internamiento en un centro psiquiátrico para tratar sus problemas mentales.
Serena Williams
Una de las figuras del tenis actual, Serena Williams, también fue víctima de un acosador. Su nombre era Albrecht Stromeyer, un alemán de 34 años que la seguía a los torneos. Terminó detenido en Nueva York y confesó que planeaba pedirle matrimonio a la jugadora estadounidense.
La juez prohibió a Stromeyer acercarse a menos de 914 metros (1.000 yardas) de Serena, su hermana Venus, los padres de éstas o cualquier otro miembro de la Asociación de Mujeres Tenistas.
Stromeyer reconoció haber acechado a Serena en diversas ciudades europeas y en EE.UU.. La seguía a las pistas y se alojaba en el mismo hotel, y aunque había recibido repetidas advertencias de que se mantuviera alejado, hasta ahora no se había dictado una orden judicial con ese fin.
Michelle McGann
La golfista estadounidense Michelle McGann sufrió el acoso de su propio caddie, un hombre llamado Patrick Hallett que se obsesionó con ella tras acompañarla en un torneo y creía que estaban destinados a casarse. Le mandaba cartas y regalos continuamente, la vigilaba y la amenazaba hasta que la policía lo detuvo y le impuso una orden de alejamiento.
La familia Halletts afirmó que el ex caddie había sido diagnosticado como maníaco-depresivo que no tomaba su medicación con regularidad.
Ariane Friedrich
La saltadora de altura alemana Ariane Friedrich, subcampeona del mundo en 2009, denunció en 2012 a un policía que la acosaba a través de Internet y que le mandó una foto de carácter sexual. Un tribunal condenó a una multa de 1.050 euros al hombre de 38 años de 38 años por haber acosado sexualmente a la atleta.
El condenado entró en contacto con la deportista a través de la red social Facebook y le envió fotos de sus partes íntimas, preguntándole si estaba interesada. Friedrich reaccionó difundiendo en las redes sociales el nombre y la dirección de correo electrónico de ese hombre.
“Ya sufrí en el pasado, acosada sexualmente, y ya fui acosada por un desequilibrado”, explicó la atleta en su página de Facebook. “Es hora de reaccionar, es momento de defenderme. Es lo que hago. Ni más ni menos. No quiero volver a ser víctima. Estoy cansada y llega un momento en el que hay que decir ¡basta!”, agregó. Ariane Friedrich, que también es policía, demandó al acosador.
Shannon Miller
Joseph Vogt fue compañero de universidad de la gimnasta Shannon Miller, cinco veces campeona del mundo y ganadora de siete medallas olímpicas. El hombre se obsesionó con ella mientras la veía triunfar y acabó detenido tras chocar su coche contra el vehículo del novio de la deportista. Tan solo se le impuso una multa de 500 dólares.
El jurado condenó a Joseph Vogt, de 25 años, por acoso menor después de un juicio de cuatro días en el que dijo que nunca tuvo la intención de molestar a la gimnasta más condecorada en la historia olímpica de Estados Unidos. Fue acusado de estrellar un vehículo contra la parte trasera de una camioneta que conducía el novio de Miller. Miller, quien ganó dos medallas de oro en 1996 y dos de plata y tres de bronce en 1992, dijo que este hecho fue la culminación de una serie de incidentes en los que Vogt la siguió y telefoneó repetidamente. La esperaba constantemente fuera de su apartamento Los investigadores encontraron 115 recortes y 16 cintas de video que se referían a Miller cuando Vogt fue arrestado. En marzo de 1998, un juez concedió una solicitud de órdenes de protección de víctimas permanentes para Miller y su novio.
Mick Fanning
El tres veces campeón del mundo de surf, respiró tranquilo a finales en febrero de 2020 cuando la policía australiana detuvo Sarah Foote, una acosadora que lleva varios meses detrás de él. El arresto se produjo cuando intentó entrar en la casa del surfista. Sarah Foote fue acusada, entre otras cosas, de seguirlo y de “enviarle cartas acusándole de pedófilo, declarándole su amor y amenazándole de muerte”.
El pasado mes de marzo, tras la celebración del juicio, salieron a la luz las cartas con amenazas de muerte que Sarah, de 38 años, envió a Fanning. En ellas se podían leer mensajes como: “A veces me gustaría matarte para terminar con nuestra miserable tontería”, “Puedo ser una auténtica perra” o “He olido un cadáver asesinado en Rockhampton”. Foote incluía también una sorprendente confesión infanticida: “Conocí a una asesina de niños que ahogó a su bebé, pasó un año en un hospital psiquiátrico y luego la soltaron y asesinó a otro niño”.
La acusada fue condenada a 15 meses de prisión con libertad condicional, poniendo fin a la pesadilla particular del tres veces campeón del mundo de surf y protagonista del ataque de tiburón más famoso de la historia.
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