Opinión

Mbappé y un mercado de caza menor

Haaland, Tchouameni, Darwin Núñez... no son el hijo de Fayza Lamari

Mbappé, en el banquillo de Francia durante el partido ante Austria de la Liga de las Naciones
Mbappé, en el banquillo de Francia durante el partido ante Austria de la Liga de las NacionesCHRISTIAN BRUNAAgencia EFE

El mercado veraniego ya no es lo que era. Amanecías la segunda semana de julio y te daban más sobresaltos las portadas de los diarios deportivos que los Jandilla en la Cuesta de Santo Domingo. Ahora resulta que el fin de semana en que el ABC verdadero titulaba «Empieza la Semana Grande de San Sebastián, fiesta de España» lo que en realidad arrancará es la Liga de Tebas y a menos de que el Barça siga teniendo que vender hasta el escudo estarán todas las plantillas cerradas.

El portazo de Mbappé ha convertido el actual mercado en un asunto de caza menor. Y mira que choca hablar en estos términos cuando el City, el Madrid o el Liverpool afrontan desembolsos cercanos a los cien kilos. Pero Haaland, Tchouameni o Darwin Núñez no son el hijo de Fayza Lamari. Que se lo digan a Macron. Estaba más preocupado por el futuro de Kylian que por las legislativas en Francia.

El mercado veraniego era un hincha en la Playa de Levante de Benidorm con la sombrilla, la nevera, la silla y el periódico deportivo de turno bien dobladito con el anuncio del vigésimo cuarto «9» que iba a recalar en el Bernabéu o el Camp Nou. De todo eso apenas queda la playa. Al imponente Bernabéu allá por mediados de diciembre no lo va a conocer ni la madre que lo parió, que diría Guerra. Al campo del Barça menos. Hasta lo van a rebautizar, Spotify Camp Nou. Eso siempre y cuando a Piqué no se le ocurra alguna de las suyas ahora que ha regresado a su piso de soltero.

Lo de Mbappé ha provocado que el Madrid se ponga serio mucho antes de lo que acostumbraba. Imagino al Señor Lobo del club en uno de los despachos del Bernabéu después de ganar todo lo importante: adiós y muchas gracias por los servicios prestados a Marcelo, Bale e Isco. Al brasileño, además, se le homenajea hoy como la leyenda que es. ¿Necesitamos un central? El que nos las hizo pasar canutas contra el Chelsea llegaría gratis. Rüdiger, dicho y hecho. ¿Y el que puede ser el mejor mediocentro defensivo de la próxima década? El martes, presentación de Tchouameni. Que un fax a deshora no entorpezca las maniobras para enriquecer la plantilla de Ancelotti. El campeón de todo lo que cuenta ha empezado a ganar títulos de la próxima temporada antes del final del curso escolar.