Fútbol

Real Sociedad-Barcelona (1-4): Lewandowski se estrena, Ansu asusta

El equipo de Xavi Hernández golea al equipo vasco en la última media hora, cuando salió el canterano. Partido muy igualado y trepidante hasta entonces

El delantero del FC Barcelona Ansu Fati celebra tras marcar el cuarto gol ante la Real Sociedad, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el Reale Arena, en San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta
El delantero del FC Barcelona Ansu Fati celebra tras marcar el cuarto gol ante la Real Sociedad, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el Reale Arena, en San Sebastián. EFE/Javier EtxezarretaJavier EtxezarretaAgencia EFE

Cuando mediada la segunda mitad, Imanol buscó en el banquillo para dar aire a los suyos tras un partido trepidante contra el Barcelona, vio a jugadores peores de los que estaban en el campo o sin experiencia. Cuando Xavi, un poco antes, hizo lo mismo, sacó al campo a Rapinha y a Ansu Fati, el número diez del Barcelona, un futbolista que tiene un don: casi todo lo que haces es decisivo. Prácticamente los tres primeros balones que tocó fueron los que decidieron el partido: en el primero, un pase de tacón para que Dembélé marcase el segundo del Barcelona, el que rompía el partido; el siguente un toque, puede que hasta casual, en el centro del área para que Lewandowski hiciera el tercero, el segundo suyo y algo después, el remate para marcar el cuarto de un Barcelona de Xavi Hernández, muy ofensivo todo el partido, pero solo matador al final. Cuando salió Ansu Fati y convirtió cada balón que todo en un asunto mortal para la Real Sociedad.

Hasta entonces, el conjunto local se había desfondado para hacer frente al Barcelona y no hubiese sido injusto para nada que llegase a esa última media hora con algún gol de ventaja. Pero el Barcelona tiene este año al Ter Stegen bueno y eso es una de las mejores noticias para Xavi, porque el portero sostuvo al equipo cuando David Silva tenía puesto el sombrero de mago y dirigía el juego de ataque de la Real con precisión. Es una delicia ver sus pases al hueco, siempre con intención, encontrando puertas donde antes no había nada.

Silva dio el pase del tanto del empate de Isak y después, un poco antes del descanso, tuvo el gol que hubiese puesto por delante al equipo vasco. La Real estuvo muy rápida en las transicicones, son Silva al mando, Merino apareciendo de improviso, pero rematando sin punteria, Isak corriendo y Kubo mostrando las razones de su fichaje por el Real Madrid hace años. Así fue doblegando a un Barcelona que se plantó con tres defensas y con Balde y Dembélé en los lados. Xavi en su estado más puro. Pero le costó encontrar el ritmo, porque la Real dio velocidad al partido y casi obligó a una ida y vuelta constante y porque a Pedri le costó un poco poner su pausa.

Era imposible jugar con esa intensidad todo el partido y menos en la segunda jornada de LaLiga. La Real intentó mantener el ritmo al principio de la segunda mitad, sin cambios, pero Silva cada vez aparecía menos, lo mismo que Merino, mientras que Kubo perdía precisión.

El partido empezaba a ser para Pedri, el Barcelona se hacía con la pelota y jugaba ya muchos minutos cerca de la Real que, además, ya no veía salidas.

Entonces llegaron los cambios. Xavi fue más rápido porque su profunidad de banquillo es mayor. Ansu Fati salió por Ferrán, que al salir no fue consciente que era más que un cambio de un partido, es que le ha adelantado para siempre ya. El Barça se fue al ataque como si no hubiera mañana y sin mirar atrás. Y Ansu empezó a no dejar las cosas para la siguiente jugada.