Liga Santander

El Atlético sólo necesita dos minutos para ganar en Vallecas (1-2)

El Atlético liquidó el partido en la primera parte y sólo sufrió en los últimos minutos con el gol de Fran García

Encuentro de Liga entre el Rayo Vallecano y el Atletico de Madrid.© Jesús G. Feria.
Nahuel Molina dedica su gol a CorreaJesus G. FeriaFotógrafos

Cuando Vallecas escuchó «The Final Countdown» ya era demasiado tarde. Quedaban sólo seis minutos cuando Fran García marcó un golazo desde fuera del área y por la megafonía del estadio sonó, como con cada gol del Rayo, el clásico ochentero de Europe.

Necesitaba un gol más el equipo vallecano para igualar. Y contaba con la presencia de dos delanteros de alma rojiblanca para conseguirlo, Falcao y Camello. Pero el partido ya estaba resuelto. Bastante habían hecho los vallecanos con uno menos durante la última media hora por la expulsión de Lejeune.

Dos minutos había necesitado el Atlético para liquidarlo y homenajear a Correa, ausente por el fallecimiento de su madre. Quiso el destino que fuera Nahuel Molina, su compañero en la selección argentina campeona del mundo el que marcara el primer gol. Morata la dejó pasar y el lateral remató a gol el primero del partido. Inmediatamente se dirigió al banquillo para recoger una camiseta con el «10» y el nombre de su amigo para recordarle que todo el equipo está con él en estos momentos difíciles.

Eso era en el minuto 22 y en el 24 fue Mario Hermoso el que remató de cabeza un córner para marcar el segundo. Hubo un tiempo en el que el Atlético construía el equipo desde la defensa. A partir de la seguridad de no encajar goles, el equipo de Simeone ganaba partidos y se asomaba a los títulos. Ahora los defensas suman también goles y no sólo a balón parado, como era costumbre.

Aunque esos dos goles no libraron al Atlético de los nervios en los minutos finales. No es sencillo jugar en Vallecas para nadie, un campo pequeño, que aprieta y que exige al rival y que levanta a los suyos. Pero el Atlético asumió pronto el mando en el campo y en el marcador. Y sabía que desde el segundo gol, todo lo que viniera después sobraba.

Tuvo oportunidades para marcar más. A Morata se le escapó el gol por unos centímetros poco antes de que Simeone lo sustituyera por Pablo Barrios. Después fue Lemar el que desaprovechó la ocasión cuando estaba solo delante de Dimitrievski y tampoco pudo marcar Griezmann en el rechace.

Eso sucedía ya en la segunda mitad, cuando los dos entrenadores ya habían hecho de los cambios y el partido se había descontrolado un poco. El Atlético tenía más facilidad para llegar porque de repente había espacios y eso le permitía aprovechar la velocidad de Llorente y el juego entre líneas de Griezmann.

Sin Morata en el campo, el francés pasó a ser el delantero centro del equipo, pero sus funciones. Él siempre juega donde quiere y suele elegir jugar donde más daño puede hacer al rival. Pero le faltó un poco más de acierto de Lemar especialmente para vivir con más comodidad el final del partido.

Fueron muchas las ocasiones que creó el Atlético en esos últimos minutos. No dependen ya los rojiblancos de acertar en sus escasas llegadas para ganar los partidos. Genera ocasiones, propone y se permite desperdiciar ocasiones como sólo se puede hacer en momentos de abundancia.

El acierto que faltó en el remate lo tuvo, por ejemplo, Jan Oblak, para desviar a córner un lanzamiento desde fuera del área de Óscar Valentín. El esloveno se ha acostumbrado ya a intervenir menos en los partidos, pero su equipo sigue estando igual de seguro con él en la portería

Al Rayo le costaba conectar con Raúl de Tomás cuando estaba en el campo, pero eso no le hacía darse por vencido. Vallecas no se rinde, pero la motivación del Atlético, aunque hace ya tiempo que se despidió de los títulos, sigue siendo muy grande. Está a solo dos puntos de la segunda plaza que ocupa el Real Madrid. Ese es el reto que se han impuesto el Cholo y su equipo para dar sentido a las últimas jornadas de Liga. Y en ello está. Ya son doce los partidos que lleva sin perder, tres empates y nueve victorias. Números de campeón que llegan tarde.