Opinión

El Atlético se da un tiro en el pie

El equipo de Simeone tropieza cien veces con la misma piedra y ni se pone colorado

Koke y Morata, al final del partido en Elche
Koke y Morata, al final del partido en ElcheManuel LorenzoAgencia EFE

Es tan difícil de justificar la actitud con la que el Atlético salto al campo del Elche, que es mejor no planteárselo. Lo que se vio en el terreno de juego fue absolutamente infame. El equipo rojiblanco regaló el encuentro a un equipo de Segunda División que solo había ganado tres partidos esta temporada. Si el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, el Atlético es capaz de hacerlo una centena de veces sin ponerse colorado.

Hay más de uno que aún no se ha enterado que si el equipo sale a especular, palma. Es así de sencillo. Todavía alguno piensa que, cediendo el balón y el campo al rival, gana. Y es que quedan algunos insensatos pensando que, salvo Reinildo, Savic y quizá Giménez, el resto de jugadores de la plantilla actual son mejores sin balón que con él.

Como si los buenos resultados logrados después del Mundial no nos hubieran enseñado nada o hubieran sido fruto de la casualidad, el Atlético volvió a las andadas de la primera parte de la temporada, donde desperdició la posibilidad de competir por los títulos por falta de ambición.

Los de Simeone han jugado como los ángeles, ganando y goleando, mientras no había nada en juego. En cuanto han tenido que defender una miserable segunda plaza como premio de consolación a un año tremendamente pobre, ha vuelto a ser el equipo cobarde y acomplejado de entonces. Los mismos jugadores que merecían renovaciones al alza estos meses, han tirado por la borda, en un solo partido y contra un equipo ya descendido, la mínima ilusión que tenía la parroquia rojiblanca de quedar por encima del Real Madrid en la clasificación.

Esta imagen lamentable es compatible con, una vez más, una actuación arbitral deplorable, con una falta clave a Koke en el gol del Elche y un penalti que se fue al limbo sobre Giménez. Mientras, en la acera de enfrente, el Real Madrid rectifica cambios ya realizados sin repercusión alguna. Es una utopía, pero estaría bien que alguna temporada todos los equipos jugasen con las mismas reglas.