Rusia detiene a una estrella de la NBA femenina acusada de tráfico de drogas

Brittney Griner (31 años y 2,03) es una de las jugadoras más determinantes en la historia del baloncesto contemporáneo. La pívot estadounidense ha sido dos veces campeona olímpica, dos veces campeona del mundo, campeona de la WNBA, número uno del draft de la NBA femenina elegida por las Phoenix Mercury en 2013 y desde 2018 milita en el UMMC Ekaterimburgo, el mejor equipo de Europa con el que ha ganado cuatro Euroligas. Griner volvía a Rusia a principios del pasado mes de febrero para continuar la temporada con su equipo y cuando llegó a Moscú, procedente de Nueva York, fue detenida acusada de tráfico de drogas. En su equipaje se encontró aceite de cannabis para ser utilizado en un vaporizador. El producto está prohibido en Rusia y podría conllevar una pena de cárcel entre 5 y 10 años. Días después del incidente, la agencia rusa y el medio Lenta.ru han hecho pública la noticia. La publicación en Estados Unidos ha ido acompañada de una información en la que se asegura que Griner podría servir para el intercambio de prisioneros por el conflicto desatado en Ucrania.

“Mientras una ciudadana estadounidense pasaba por el green channel (nada que declarar) en el aeropuerto de Sheremetyevo al llegar de Nueva York, un perro del departamento canino de Aduanas detectó la posible presencia de sustancias estupefacientes en el equipaje que lo acompañaba. La inspección aduanera del equipaje de mano que transportaba la ciudadana estadounidense confirmó la presencia de vaporizadores con líquido de un olor específico, y un experto determinó que el líquido era aceite de cannabis (aceite de hachís), que es una sustancia estupefaciente”, aseguró el Servicio Federal de Aduanas de Rusia en un comunicado.

Griner, que en Rusia es entrenada por Miguel Méndez, seleccionador español, lleva casi un mes sin realizar ninguna clase de publicación en sus redes sociales y la inmensa mayoría de sus colegas de profesión de origen estadounidense y que juegan en Rusia han abandonado el país con motivo de la invasión de Ucrania. Una de ellas es Alba Torrens, compañera de equipo de Griner en el Ekaterimburgo. La pívot estadounidense fue incluida recientemente entre las 25 mejores jugadoras de la historia de la WNBA y su palmarés a nivel individual es tan brillante como a nivel colectivo. Dos veces máxima anotadora de la Liga, dos mejor defensora, ocho mejor taponadora, tres veces incluida en el mejor quinteto, siete veces All-Star... y ahora encarcelada en Rusia.