Liga Endesa

El vértigo cambia de bando

El ala-pívot del Real Madrid Felipe Reyes con el balón ante el base del FC Barcelona Víctor Sada,
El ala-pívot del Real Madrid Felipe Reyes con el balón ante el base del FC Barcelona Víctor Sada,larazon

Después de dos capítulos, la final de la Liga Endesa es una cuestión de pocos segundos. Un vértigo final que el domingo sonrió al Real Madrid y ayer cambió de bando para que la serie se vaya al Palau igualada a una victoria y el Barça se lleve el factor cancha en el Puente Aéreo.

El choque de ayer no quedará para la historia por su calidad, porque la responsabilidad pesa en las piernas y ahoga la puntería. Los dos ya saben que tendrán que remangarse para apuntarse el título y que la cosa va para largo. Los de Laso soñaron por un momento con darle un segundo puñetazo a la serie, pero entonces se les nubló la vista y el Barcelona resucitó. Con Lorbek en el vestuario conmocionado por un golpe en la cabeza y los pívots del Real Madrid masacrando la pintura, todo parecía perdido para los de Xavi Pascual. Se asomaron al último cuarto (55-46, min 30) rozando el abismo y lo terminaron de pie gracias a la competitividad con la que compensan los achaques de la edad. Aunque la cosa fue casi siempre a tirones, la sensación de que el Barça va más justo es evidente. Su rotación no es en estos momentos tan rica como la de su rival y la salud de algunos de sus hombres clave no es para presumir. Por eso el triunfo de ayer puede ser, además, un punto de inflexión si el Real Madrid se queda dándole vueltas a la ventaja perdida.

Esta vez fue a los blancos a los que se les esfumó la victoria cuando veían la línea de meta. No supieron resolver la presión del Barça ni en la cancha ni desde el banquillo y el colchón de puntos se les escapó entre los dedos. Lo que podía imaginarse como un triunfo más o menos cómodo se convirtió en un laberinto culminado por una ruleta rusa que les dio la espalda. Dos tiros libres de Oleson sentenciaron el segundo episodio a falta de siete segundos, después de que un triple del inesperado Wallace y cinco puntos de Mavrokefalidis desde fuera engancharan a la final al Barcelona. Antes, Mirotic había anotado un triple imposible para elevar la ventaja local a cuatro unidades, una brecha que en ese momento parecía decisiva. Se podía intuir como el último cambio de dirección de un debate en el que los de Laso se sintieron la mayor parte del tiempo con la iniciativa.

Incluso bajo los aros, un lugar de habitual debilidad madridista que ayer fue su mejor camino hacia la canasta. Felipe masacró a todos los rivales que se le pusieron por delante y Begic también sumaba cosas positivas cada vez que lo intentaba. Tomic era una caricatura del pívot elegido mejor hombre alto de la Euroliga y Lorbek, decisivo en plenitud de condiciones, no estaba para demasiados trotes.

Con estas armas y una mayor solidez general el Madrid iba un paso por delante y llegó a tener trece puntos de ventaja nada más volver del descanso (39-26), pero algunos errores propios y la mandíbula granítica del Barcelona igualaron la serie camino del Palau. Carroll pidió falta en la última jugada; no hubo silbato, ni tanta polémica como el domingo.

- Ficha técnica.

71 - Real Madrid (10+26+19+16): Rudy (11), Suárez (2), Mirotic (10), Llull (8) y Begic (7) -quinteto inicial-, Rodríguez (2), Slaughter (4), Carroll (4), Darden (7), Draper (3) y Reyes (13).

72 - Barcelona Regal (11+15+20+26): Marcelinho (3), Navarro (19), Wallace (6), Ingles (4) y Tomic (8) -quinteto inicial-, Sada (2), Mavrokefalidis (8), Rabaseda, Oleson (14), Todorovic (2), Jasikevicius y Lorbek (6).