El Clásico

FC Barcelona, un derrumbe sin estilo

Los azulgrana quedan tocados después de la goleada recibida

contra el Real Madrid, aunque la Liga arregla la temporada

GRAFCAT8610. SANT JOAN DESPÍ (BARCELONA), 04/04/2023.- El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, durante la rueda de prensa posterior al entrenamiento del equipo azulgrana previo al partido de vuelta de semifinales de Copa del Rey que mañana disputarán contra el Real Madrid. EFE/Enric Fontcuberta.
Rueda de prensa de Xavi HernándezEnric FontcubertaAgencia EFE

A los diez minutos del partido contra el Real Madrid, el Camp Nou comenzó a corear el nombre de Messi. «Messi, Messi» era el sonido que llegaba desde la grada. Una mezcla de nostalgia por el pasado y desprecio por el presente. El estadio azulgrana se acordaba de un futbolista que en sus dos últimos años en el club solo ganó una Copa del Rey. Y no sabían aún los aficionados del Barça lo que se les acabaría viniendo encima. Probablemente la peor noche desde aquel doloroso 8-2 en los cuartos de final de la Liga de Campeones de 2020 contra el Bayern Múnich.

Aquel día Messi jugaba con el Barcelona y Lewandowski, con el Bayern. Ahora es el polaco el que viste de azulgrana, pero no pudo cambiar el signo del partido. De hecho, el primer gol del Real Madrid llegó después de un remate suyo que despejó Courtois.

Decía Xavi que no era su peor noche desde que se sienta en el banquillo del Barcelona, «aunque sea una noche dura en la que costará dormir», advertía.

El entrenador azulgrana se refugia en el título que ya ha ganado, la Supercopa y con una exhibición ante el Real Madrid, y el que está por venir, la Liga, en la que tiene doce puntos de ventaja sobre los madridistas.

Pero ni siquiera eso parece consuelo en este momento para los azulgrana. Aunque el fútbol es una emoción pasajera y el año pasado el Real Madrid pasó exactamente por lo mismo cuando el Barcelona ganó 0-4 en el Bernabéu en Liga. La humillación quedó en el olvido después de que Ancelotti y sus jugadores ganaran la Liga y la Champions.

«Tenemos que tomar nota y mejorar, no solo para los próximos partidos», advierte el director deportivo del Barcelona, Jordi Cruyff.

Xavi llegó al banquillo del Barcelona como guardián del estilo, como un nuevo Guardiola que salvara al club del legado de Koeman. Como si el nombre del holandés no estuviera ligado a la historia del club y no hubiera sido él quien diera al Barça su primera Copa de Europa con Johan Cruyff en el banquillo. Además dejó la herencia de futbolistas como Gavi, Pedri y Balde, que jugaron el pasado Mundial con España. Pero el estilo que defendía Xavi se ha perdido por el camino.

Lo hizo en el partido de ida en el Bernabéu, cuando se encerró a esperar al Real Madrid como hubiera hecho el Atlético de su denostado Simeone no hace tanto. Pero los papeles se invierten y ahora es el equipo del Cholo uno de los más atractivos de la Liga, al menos en su campo. En la vuelta del Barça no quedó ni rastro de la identidad que ha exhibido en los últimos 30 años.

Los azulgrana tenían muchas ausencias, pero el Barcelona queda tocado después de la derrota, aunque tiene que valorar el final de la temporada. Ha ganado la Supercopa y solo una catástrofe evitaría que ganara la Liga. Eso no le valió a Valverde, por ejemplo, para conservar el puesto tras las eliminaciones en la Liga de Campeones contra la Roma y contra el Liverpool. Pero Valverde no era Xavi.