Cara a cara: ¿Hay una campaña contra Sergio Ramos?

Sí: jamás le perdonarán el minuto 93; por José Luis Sánchez

Querida Carme, cuando se une el antimadridismo contra una leyenda es difícil contener las acometidas. No os gusta que Sergio Ramos tenga esa personalidad tan arrebatadora, que acapare los focos, que haya dado un paso al frente con la marcha de Cristiano Ronaldo y ahora sea la diana del fútbol español. Es el precio por ser el capitán del Real Madrid y de España. Todo se magnifica, todo se hace una bola tan grande que parece sea un peligro nacional. Teniendo en tu equipo a Luis Suárez tendrías que medir tus palabras con Sergio Ramos.

Su gran pecado, ser la referencia del Real Madrid. Está claro. Además, ese gol en el minuto 93 jamás será perdonado. Sergio empezó una era muy dolorosa en Can Barça y allá donde desean la derrota eterna del club más laureado del mundo. Lo sabe Sergio y lo saben los seguidores madridistas que no entrarán a vuestro juego. Amiga Barceló, ¡basta ya!

Es increíble que se mire con lupa a un campeón del mundo y doble de Europa con España. Habéis conseguido que se le pite y no se le ovacione como a otros grandes jugadores de nuestro fútbol. Sergio Ramos es el central más determinante de la historia y todavía tiene cuerda para rato, pero viste la camiseta blanca y eso duele. Le habéis hecho más fuerte, más inmune a vuestros ataques. Hazme caso amiga, si luciera de azulgrana estarías encendida, indignada y deseando poner en su sitio a sus cazadores. Advierto, Sergio tiene ganas de vendetta... Y cuando huele sangre, hay presa asegurada.

No: sus acciones le retratan; po Carme Barceló

¿Le llamas personalidad, compañero Sánchez? ¿Describes como «carácter» lo que supone un récord de expulsiones y sanciones varias tanto en la Liga como en la Champions? ¿Lamentas y denuncias una campaña contra el jugador cuya colección de tarjetas rojas debería enrojecerle hasta el infinito? Sergio Ramos se ha ganado a pulso la imagen de futbolista intenso, por decirlo fino. La única campaña que existe es la que se ha ganado él en el campo, con acciones que le retratan, cuya responsabilidad es propia y no ajena, que deberían avergonzarle y que él salda con una disculpa y cuatro lloros. La última roja de la que se libró fue un codazo flagrante a Havel , que dejó al chaval con la nariz fracturada.

Que le pregunten a Reguilón, por ejemplo. Ramos le obsequió con dos balonazos impresentables tras un choque fortuito en un entrenamiento. ¿Y me hablas de campaña, apreciado José Luis? Estoy segura que el canterano no durmió en dos días mientras que el andaluz diluyó la acción con una disculpa, otras más que añadir a la colección. El mal momento del Madrid y la frustración personal y profesional no es excusa. Como capitán debería dar ejemplo en lugar de batir récords negativos.

Cual judoca, Ramos derribó al jugador egipcio, le hizo una llave y cayó encima, doblándole el brazo. Esto fue así. Ni más, ni menos. A partir de aquí, quien hable de campaña que vea la jugada en bucle. Una más, muy sonada, que tiene referentes en el pasado con salivazos a Aspas, patadas a Messi o manotazos a Puyol, por enumerar algunos.