Hay que mirarse a los ojos

Después del choque ante el Levante, han saltado todas las alarmas por el Bernabéu. El madridismo se pregunta qué fue de ese equipo que la temporada anterior era el mejor del mundo y ahora parece el peor de la historia blanca. Yo no recuerdo a estas alturas del campeonato que estuviéramos a 19 puntos del líder Barcelona. Y me pregunto si esta desconexión general se debe a un estado anímico, físico, futbolístico, a dejadez general o a una suma de todo.

No es digno No es digno de esta magnífica plantilla. Puede ser que algunos estén pensando más en el Mundial que en la propia competición doméstica, algo que no quiere entrar en mi cabeza. Está claro que el madridismo desea respuestas. Y deben ser contundentes. En mi etapa como jugador blanco claro que atravesamos situaciones muy parecidas a ésta. Pero lo que sí teníamos claro en ese vestuario es que las crisis se producían con plantillas de menos talento que la de la actualidad. Por eso todos le damos vueltas y vueltas a qué es lo que está pasando.

Poneos las pilas. Recuerdo durante mi etapa en el primer equipo cuando ante crisis de estas dimensiones que organizábamos un gabinete de urgencia y terapia de grupo. Nos encerrábamos el tiempo que hiciera falta y mirándonos a los ojos nos decíamos todos los reproches habidos y por haber. Y salíamos convencidos de voltear la situación. Querer es poder para el Madrid. Y si este equipo quiere, regresará. Sólo nos restan diez días para el gran duelo con el PSG de la Champions. Y los aficionados os exigen que demostréis ese espíritu indomable que siempre ha caracterizado a nuestro club. Por eso os digo que el próximo día 14 si hacéis vuestro trabajo ante los de Neymar, veréis cómo esta extraordinaria afición os apoyará a muerte. Pero tenéis que poneros las pilas.