Polémica
Podemos, contra La Vuelta en Valladolid: "Llamamos al boicot, a la desobediencia"
El partido de izquierdas quiere que la etapa de hoy jueves en Valladolid no se pueda llevar a cabo
Este miércoles, la Vuelta Ciclista a España ha podido desarrollarse con normalidad. Pese a que los partes meteorológicos alertaban de la presencia de viento, la etapa no registró incidentes y la organización respiró aliviada. Sin embargo, la mirada ya está puesta en este jueves, cuando la carrera recale en Valladolid. No será el clima esta vez el foco de preocupación, sino el llamamiento político y social que amenaza con alterar el recorrido.
"Boicot en masa"
El secretario de Organización y coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha hecho un llamamiento expreso a la ciudadanía para que “acuda en masa” a “boicotear” el paso de la Vuelta por la capital vallisoletana. “Llamamos al boicot activo, llevamos a la desobediencia civil”, afirmó, convencido de que el deporte no puede mantenerse al margen de lo que considera una tragedia de dimensiones históricas.
Fernández argumentó que “la condena al genocidio está por encima de cualquier actividad deportiva” y defendió que “cuando se está perpetrando este terrible genocidio creo que hay que denunciarlo en todos los ámbitos”. Según sus palabras, esos ámbitos abarcan “los políticos, los culturales y también los deportivos”.
El dirigente de Podemos enmarcó sus declaraciones en la denuncia contra el Estado de Israel, al que acusó de ser “terrorista y genocida”. “Se está perpetrando un genocidio absolutamente lamentable y miserable por el Estado terrorista y genocida de Israel”, declaró. En esa línea, tildó de “una auténtica vergüenza” que la Vuelta Ciclista a España y la Unión Ciclista Internacional consientan la participación de un equipo israelí en la prueba.
Fernández fue más allá en sus críticas al señalar que dicho equipo “es propiedad de un sionista” que “hace propaganda del sionismo y que también hace apología del genocidio”. A su juicio, permitir que compita en la ronda española equivale a “limpiar la imagen de este genocidio” y, por tanto, resulta intolerable.
El político anunció también su presencia física en la jornada de Valladolid. “Estaré presente con mi chaqueta deportiva con el nombre de Palestina”, aseguró, con la intención de hacer visible su protesta y su apoyo explícito a la causa palestina.
"Impedir que termina la etapa"
Además, interpeló directamente a la ciudadanía vallisoletana para que asuma un papel protagonista en esta protesta: “La gente de Valladolid tiene que dar un ejemplo y sumarse a lo que ha sucedido tanto en Bilbao como en otros lugares”. Recalcó que el objetivo es claro: “Se tiene que impedir que la etapa concluya en Valladolid”.
Frente a las críticas que cuestionan la idoneidad de mezclar el ciclismo con un conflicto internacional, Fernández replicó que se trata de “argumentos peregrinos” y “lamentables”. Y añadió con firmeza: “Las vidas de las personas están por encima de todo”. Con estas palabras quiso dejar claro que, desde su punto de vista, ninguna actividad deportiva puede tener prioridad frente a la denuncia de lo que califica como un genocidio.
El portavoz insistió en varias ocasiones en que no basta con mostrar rechazo simbólico. La consigna es clara: boicot activo. “Podemos acudirá a esas manifestaciones y esperamos que también en Valladolid se impida que un equipo israelí concluya su participación en La Vuelta”, afirmó.
Juzgados por la historia
Fernández elevó el tono y apeló a la Historia: “Estamos ante el peor genocidio del siglo XXI que la Historia nos juzgará”. Y lanzó un aviso directo a quienes optan por mantenerse al margen: “Quienes se mantienen en el silencio también serán juzgados por la Historia”.
Sus declaraciones colocan así a Valladolid en el centro de la polémica. La etapa contrarreloj, que debería ser una fiesta del ciclismo, se anticipa cargada de tensión. Los organizadores tendrán que extremar las precauciones no solo por cuestiones técnicas, sino también por la posibilidad de que las protestas alteren el normal desarrollo de la competición.
De momento, lo único seguro es que Pablo Fernández ha marcado un antes y un después en la relación entre deporte y política en esta edición de la Vuelta. Sus palabras, repetidas con insistencia, no dejan lugar a dudas: “La condena al genocidio está por encima de cualquier actividad deportiva”.