El chiringuito de Pedrerol: Repetimos: no se vende

En el Madrid deben jugar siempre los «cracks», y Cristiano sigue siendo el mejor delantero que hay en el mercado. Se le necesita feliz e implicado

De ninguna manera. Cristiano no está en venta. Porque Cristiano es el Madrid. Porque representa sus valores. Porque en su cabeza sólo está ganar. Porque no conoce lo que es rendirse. Porque es un profesional ejemplar. Porque nunca se esconde. Porque es un luchador. Y porque sigue siendo el mejor delantero que hay en el mercado.

El público tiene razón

El Santiago Bernabéu le pitó ante el Celta, y el público siempre tiene razón. Sobre todo en esta temporada llena de sobresaltos y decepciones para el madridismo. A Cristiano se le pide más que a cualquier otro futbolista. Siempre ha sido así y así seguirá siendo. Y él lo entiende y lo asume. Pero en cuanto a actitud, al delantero portugués no se le puede echar nada en cara. Absolutamente nada. Podrá cometer errores. Podrá fallar ocasiones de gol. Podrá estar varios partidos sin marcar. Pero, en compromiso, no se le puede pedir más. Siempre es total, el máximo.

Historia blanca

Tras el derbi, el «crack» luso hizo unas declaraciones motivadas por la frustración. Por sentirse poco valorado. Cristiano es la estrella del Real Madrid y tiene que sentirse feliz e implicado, arropado por el público y por sus compañeros para explotar su potencial en el campo. Eso sería lo mejor para el Madrid. Y no es justo que se dude de él. De sus botas han salido jugadas y goles gloriosos para la historia del club blanco, historia en la que ya ha escrito su nombre con letras de oro como máximo goleador. No se merece estar en el disparadero.

Su imagen real

Cristiano es intransferible. Porque de los «cracks» no hay que desprenderse nunca. Sólo admirarlos. Cuidarlos. Respetarlos. Hacer que se sientan a gusto. La afición tiene que conseguir que se retire en el Madrid. Porque es una leyenda del club, porque sigue capacitado para liderar al equipo y porque hay otro Cristiano distinto al que a veces nos enseñan. Un jugador que da ejemplo a los canteranos cada día en Valdebebas. Que se preocupa por ellos, como ha hecho con Borja Mayoral. No sólo buscándole en un gol, sino con sus consejos y su supervisión diaria. Lo mismo que hizo con Jesé. Porque ése también es Cristiano. Es la otra cara. La que a veces no interesa que se conozca.

Respondiendo en el campo

Se le seguirá exigiendo como a los números uno y él seguirá contestando en el campo, como hizo ante el Celta: con cuatro goles y otro partido estelar. Eso no va a cambiar. Como el proyecto del Real Madrid, que debe pasar siempre por tener a los mejores jugadores del mundo. Y el «crack» de Madeira lo sigue siendo sin discusión. Porque Cristiano y el Real Madrid son lo mismo. No lo dice el Madrid, lo digo yo: Cristiano no se vende.