El fútbol se blinda para reforzar la seguridad en próximos partidos

El Cuerpo Nacional de Policía va a proponer, en la reunión que se celebrará mañana en la Delegación del Gobierno con motivo del partido de fútbol Real Madrid-Barcelona, que se celebrará en el Estadio Santiago Bernabéu, el reforzamiento de una serie de medidas de seguridad en el exterior del recinto, entre ellas la ubicación de francotiradores en lugares estratégicos, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

El encuentro, de los declarados de alto riesgo, conlleva en este caso el ambiente de preocupación que ha causado entre la población la reciente masacre de París cometida por terroristas islamistas en la capital francesa. Los objetivos principales eran el estadio de fútbol en el que se jugaba el partido entre las selecciones de Francia y Alemania y una conocida sala de conciertos.

Los expertos entienden que , si el control de entrada al Bernabéu se hace correctamente, no hay nada que temer y no tienen que producirse acontecimientos extrafutbolísticos que perturben el espectáculo.

El problema, en este caso, estaría en el exterior, sobre todo si se detectan elementos terroristas en los alrededores y que, por las circunstancias que sean, y ante la imposibilidad de adoptar otras medidas inmediatas, deben ser abatidos por francotiradores para evitar males mayores y daños entre la población.

«La entrada y la salida de aficionados será más exhaustiva. Se trata de hacer lo mismo que habitualmente pero con un control mayor», explica la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa. «Habrá que examinar hasta los bocadillos», añade. Cuando los aficionados del Benfica introdujeron bengalas en el Vicente Calderón las llevaban camufladas en la merienda y en los pantalones. «Hay que estar prevenidos, porque el terrorismo es global», asegura Dancausa.

La Comisión Antiviolencia se reúne esta tarde para decretar el partido de alto riesgo y la reunión de seguridad del partido será mañana. En ella estarán presentes representantes del Ayuntamiento, de la Delegación del Gobierno, de la Policía Nacional, del Barcelona y del Real Madrid. No será hasta entonces cuando se hagan públicas las medidas excepcionales de seguridad para acudir al encuentro. Se recomendará a los aficionados que acudan con tiempo suficiente al partido para evitar las aglomeraciones de última hora y para facilitar los controles de seguridad. Se recomendará a los asistentes no acudir con mochilas al encuentro, como ya habían hecho las autoridades belgas para el Bélgica-España que se terminó suspendiendo por «alto riesgo» de atentado terrorista. La afición del Barcelona será la primera en acceder al estadio, cuando las puertas estén cerradas todavía para el resto de aficionados, con vistas a evitar incidentes.

El estadio será registrado desde mañana por perros policía adiestrados en la detección de explosivos. Se revisarán también todas las zonas de acceso al estadio. El diario «Marca» avanzaba ayer en su página web que se establecerán tres anillos de seguridad para evitar que se acerque al estadio cualquier persona que no esté acreditada para hacerlo o no disponga de una entrada para verlo.

«Va a haber siempre las máximas medidas que requiera la situación en cada momento. Hay una reunión de la comisión de antiviolencia, a la que vamos a asistir el secretario de Estado de Seguridad y yo mismo. Allí dotaremos del operativo que sea preciso para que cualquiera pueda acudir al estadio con garantías de normalidad», afirma el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal. «Somos los primeros interesados en que no ocurra nada. Por tanto, si se da una circunstancia que aconseje dar a la población una determinada instrucción como puede ser suspender un partido, se hará. En el momento en el que pudiera haber cualquier información que aconsejara una cosa distinta, los principales interesados somos nosotros y la trasladaremos, como ha ocurrido en Bélgica», añade. Desde el CSD insisten en que en España no se dan las circunstancias para tomar medidas extraordinarias como se han dado en Bélgica o en Alemania.

Fuentes de la secretaría de Estado aseguran que al tratarse de un partido de alto riesgo las medidas que se toman habitualmente deben ser suficientes para garantizar la seguridad de los asistentes al campo. A pesar de eso, se incrementará el número de efectivos policiales, dotándolo de más miembros de los antidisturbios y más policías a caballo. En total se suele movilizar una cantidad cercana a los mil policías, una cifra que se superará ampliamente en esta ocasión. El refuerzo de las medidas de seguridad es una labor que corresponde exclusivamente a las autoridades y a las fuerzas del orden. El Consejo Superior de Deportes se limita a recomendar que algunos encuentros, por su especial rivalidad deportiva, sean declarados de alto riesgo. Una consideración que todos los enfrentamientos entre el Real Madrid y el Barcelona tienen de oficio.

El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, hizo ayer un llamamiento «a la prudencia y a la calma para evitar cualquier tipo de psicosis». «No tiene sentido», dice. «La vida tiene que seguir, no podemos permitir que estos señores nos la paralicen», añade. Barbero asegura que ha estado en contacto con la delegada del Gobierno para colaborar «en todas las medidas preventivas». Agrega, además, que se mantiene el estado de alerta en el 4. « Si yo fuera del Madrid o del Barça me iría a ver el partido sabiendo que toda nuestra gente está al quite de las cosas. Tenemos que seguir con nuestros hábitos cotidianos. No hay otra salida», concluye.

Concepción Dancausa solicitó la colaboración de los aficionados y puso como ejemplo al público francés, que abandonó el estadio cantando «La Marsellesa».