Bloqueo
Entre los clubes y el Gobierno: ¿Qué pasa con el fútbol femenino en España?
Las jugadoras de la Liga Iberdrola se sienten ninguneadas al no cumplirse la promesa de profesionalización anunciada a bombo y platillo por el CSD
“El Gobierno tiene un compromiso de profesionalizar la Liga de Fútbol Femenino para la temporada próxima. Me gustaría que tuviésemos una de las mejores Ligas de Fútbol Femenino de Europa y la forma de conseguirlo es haciéndola profesional. Nuestras mujeres futbolistas se lo merecen. La sociedad lo demanda. Y, el Gobierno tiene un compromiso firme”, dijo Irene Lozano el 25 de septiembre de 2020 y año y medio después nada parece haber cambiado.
El pasado mes de junio las jugadoras de fútbol en España se las prometían muy felices cuando la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobaba la profesionalización del fútbol femenino. Una decisión que llega después de que el presidente, José Manuel Franco, y el director general, Albert Soler, se reunieran con los clubes implicados, la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), LaLiga, y todos los agentes que de forma directa o indirecta tienen que ver con el futuro desarrollo de la competición.
Sin embargo la profesionalización sigue sumida en un bloqueo incomprensible y discriminatorio. La división de los clubes para lograr la unanimidad que exige el CSD para firmar los estatutos mantienen en un limbo la precaria situación del fútbol femenino en nuestro país y la “Liga Ellas” ha quedado como una mera promesa.
Las jugadoras de la Primera Iberdrola aseguran estar «cansadas» de la situación de bloqueo para profesionalizar la liga de fútbol femenino y avisaron de que si las cosas no mejoran no descartan recurrir a convocar una huelga como una forma de decir «basta ya», aunque aún no tienen una fecha para hacerla.
Amanda Sampedro (Atlético), Silvia Meseguer (Atlético), María Ortiz (Alavés), Alba Aznar (Alavés), Pilar García (Rayo), Paula Andújar (Rayo), Lucía Ramírez (Sevilla), María Estella (UD Granadilla), Lucía León (Betis), Cinta del Mar Rodríguez (Sporting Huelva), Lara Mata (Villarreal), Zaira Flórez (Villarreal), Arene Altonaga (Eibar) y Ana Lucía de Teresa (Eibar) personificaron este martes en la sede de la AFE el hartazgo de las futbolistas por la falta de avances para que se profesionalice el fútbol femenino como se les prometió en la pasada primavera.
«Estamos marcando los tiempos de la situación. Primero con un comunicado, luego con el parón de 30 segundos del pasado fin de semana y por último con una rueda de prensa. A nadie le gusta convocar una huelga, pero si seguimos con el bloqueo creo que es la única manera de manifestarnos» , aseguró Amanda Sampedro, capitana del Atlético de Madrid.
La centrocampista cree que «el fútbol femenino merece dar un paso hacia delante». «Así lo quisimos y reclamamos con una liga profesional y creo que todos y todas hemos visto que se han dado pasos hacia atrás. Esta situación de bloqueo hace que no seamos profesionales y todo lo que se conlleva, y por eso queremos acabar con este bloqueo». La jugadora indicó que han tenido «varias reuniones» y que se les han «abierto las puertas del CSD», pero que no son «nadie para decir quién es el culpable» de esta situación. «Nos dijeron que íbamos a ser profesionales y todavía no sabemos nada de eso».
La difícil situación del Rayo
La indignación de las jugadoras es totalmente comprensible sobre todo viendo la situación precaria por la que tienen que pasar en clubes como el Rayo Vallecano, donde las denuncias son constantes, tal y como denunció la razón el pasado mes de octubre. El Rayo Femenino está tocado y hundido y afronta la temporada con una crisis sin precedentes. La sección está avocada a la desaparición si no e toman medidas urgentes pero, hoy por hoy, las jugadoras están más solas que nunca. A los problemas con las dietas o los sueldos, se unió incluso el temor a un desahucio.
Según denunciaban hace un mes medios como Matagigantes o Unión Rayo, El Rayo Vallecano no está pagando los alquileres de los pisos de las jugadoras del Rayo Femenino. Algunas futbolistas que integran la plantilla viven en pisos de alquiler durante la temporada y son representantes del club los que firman los respectivos contratos de arrendamiento. Los recibos sin pagar se acumulan y los caseros de dichas viviendas han amenazado a las jugadoras con echarlas de los pisos si no se abona la deuda. Las futbolistas no lo tienen incluido en sus contratos pero sí prometido por parte del club y hay documentos donde afirman que es la entidad quien asume estos gastos. Pero este no es el único asunto polémico, a los contratos al comienzo de la temporada, hay que sumar queel cuerpo técnico no dispone de fisioterapeuta y no puede atender a las futbolistas que se lesionan durante un partido. Una situación que ha indignado a la afición vallecana que no duda en apoyarlas en el campo siempre que pueden.
¿Por qué está bloqueada la profesionalización? Por una parte los clubes no llegan a un acuerdo sobre la explotación de los derechos televisivos, que no quieren dejar en manos de LaLiga y por otro, existe un componente sociolaboral: el sindicato AFE tiene denunciado el primer convenio colectivo de las futbolistas que fue aprobado en febrero de 2020. En principio se trataba de un mero acuerdo de mínimos pero no se ha avanzado y de ahí la denuncia. En el texto por AFE reconoce el derecho de explotación de imagen por parte de las futbolistas. Contempla asimismo unas vacaciones anuales retribuidas de 30 días naturales, de los que al menos 21 serán disfrutados de forma continuada; la cobertura en caso de baja o incapacidad temporal del cien por cien de las retribuciones de la futbolista o una indemnización por muerte o lesión invalidante de 60.000 y 90.000 euros, respectivamente. Pero hay algunos puntos que llaman poderosamente la atención como el referente a la maternidad. En ese primer convenio solo se recoge que en caso de embarazo de una futbolista durante su última temporada de contrato, ésta puede renovar una temporada adicional en las mismas condiciones que tenía.
A la cola de Europa
Algo que contrasta con lo aprobado por la FIFA, que en noviembre de 2020 anunciaba que protegerá a las jugadoras embarazadas e impondrá a sus 211 países miembros una baja de maternidad de «al menos catorce semanas» a partir del próximo año, así como una prohibición de despedirlas. Una reivindicación histórica de las jugadoras que contará ahora con la protección del máximo organismo del fútbol mundial. En caso de incumplimiento, los clubes se enfrentan a duras sanciones que van desde multas a la expulsión del mercado de fichajes durante todo un año. La nueva normativa recoge seis puntos clave que van desde las bajas remuneradas, a la prohibición de despedir a una futbolista por quedarse embarazada, impidiendo así las conocidas como ‘cláusulas anti-embarazo’ que muchas jugadoras han denunciado que se han visto obligadas a firmar en algún momento de su carrera.
Estas medidas entraron en vigor el pasado 1 de enero de 2021 y es uno de los grandes logros que contribuirán, sin duda, a la profesionalización del fútbol femenino pero en España parecen no haberse enterado y las jugadoras siguen enredadas en un caos burocrático que no soluciona sus demandas.
La siguiente medida ya han advertido será una huelga que paralice la competición. Tal vez sí y con el apoyo de sus compañeros de la liga masculina, alguien se de por enterado.
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