
Copa del Rey
Así fueron las cinco pitadas más escandalosas al himno en la final de la Copa del Rey
El momento de la marcha nacional antes de la final se ha convertido en uno de los mayores escaparates para escenificar protestas en nuestro país

Una final de Copa del Rey siempre genera expectación por sí misma, pero hay momentos más allá del partido en sí que también son un foco de atención. Y uno de esos instantes en el que suele haber muchas miradas puestas es ese en el que suenan los acordes del himno nacional de España. Porque algunas aficiones han tomado por costumbre acallarlo con pitos y abucheos.
Aunque lo de pitar himnos no se ha inventado en la Copa, desde 2009 se inició una tendencia a silbar la Marcha Real como muestra de descontento con situaciones políticas o sociales en algunos sectores de la población. Especialmente cuando se trataba de aficiones vascas o catalanas, donde los sentimientos nacionalistas tienen un peso importante. Estas son las cinco pitadas más brutales en la final del torneo:
Barcelona - Athletic en Mestalla (2009). No la mayor en intensidad, pero sí la primera a nivel cronológico. Desde varios entornos de ambas aficiones se organizó una protesta con distintos motivos, casi todos de índole política. En la primera final del Athletic después de más de dos décadas, ambas aficiones silbaron el himno como protesta, en primer lugar, para pedir el reconocimiento oficial de sus selecciones autonómicas. RTVE no emitió el himno y tampoco la pitada, atribuido a un error, aunque le costó el puesto al director de Deportes del ente público en aquel momento. Ahí empezó todo.
Barcelona - Athletic en el Vicente Calderón (2012). El año 2012, además de la profunda crisis económica y social que vivía el país, estuvo marcado por un fuerte ascenso del independentismo en Catalunya, impulsado por la victoria electoral de Artur Mas. Aún resonaba la pitada de 2009, con los mismos equipos y aficiones como protagonistas. Así que ya estaba el foco puesto casi más en el himno que en el partido. La organización decidió reproducir una versión reducida, y RTVE lo emitió, pero editando las pistas de audio para minimizar el sonido de los silbidos, por lo que tampoco se libró de acusaciones de manipulación. También hubo insultos hacia la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que pidió que se contemplase la suspensión del partido.
Barcelona - Athletic en el Camp Nou (2015). Tercera final entre ambos equipos en seis años, y otra vez la polémica servida. Además, esta vez con el 'Procés' independentista de Artur Mas de fondo. Fue la más grande de todas las que se han producido hasta la fecha. Ya antes del partido uno de los temas más comentados era la pitada, y la previsión de que superase a las anteriores. Efectivamente, ocurrió. Las mediciones arrojaron un ruido de 120 decibelios. Y hubo consecuencias jurídicas por primera vez, ya que ambos clubes fueron multados y el presidente de Catalunya en Acció, Santiago Espot, recibió una condena a multa por injurias a la Corona y ultraje a España.
Barcelona - Alavés en el Vicente Calderón (2017). Con el referendum del 1-O en el horizonte, ya había hasta mediciones preparadas para comparar con la anterior. Así era el nivel de psicosis ya con las pitadas de himno. Sin embargo, esta vez se quedó por debajo. Hubo un elemento nuevo, y fue lanzar abucheos en el momento de entrada del rey, Felipe VI, al palco de autoridades y la grada catalana estuvo inundada de esteladas.
Barcelona - Sevilla en el Metropolitano (2018). Fue el cambio de tendencia, el fin de ciclo. Puigdemont en Waterloo y Catalunya en medio de una fuerte tensión civil. La medición, que ya no podía faltar a la cita, arrojó una cifra similar de 95 decibelios, y los cánticos de la afición sevillista lograron, por primera vez en casi una década, mitigar los pitos de la hinchada azulgrana. De hecho, hubo un sensible aumento de banderas y enseñas españolas en la grada, como respuesta a las consecuencias del Procés. Aquí terminó el auge de los pitidos al himno.
Tanto Barça como Athletic de Bilbao o Real Sociedad han llegado más veces a la final, pero los partidos a puerta cerrada por la pandemia de Covid, el hecho de que al menos uno de los rivales no procediese de un entorno nacionalista y el propio desencanto de la sociedad catalana con el 'Procés' han bajado mucho el nivel de los abucheos. El año pasado, los aficionados del Athletic aprovecharon el himno para, en lugar de silbar, animar a los jugadores de su equipo. Sin embargo, la final de la Copa de la Reina entre Barça y Real Sociedad sí vivió un momento parecido al de sus colegas masculinos en años anteriores.
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