Fútbol
Borussia Dortmund - Real Madrid: en busca de la Champions número 15
El Real Madrid busca ampliar su impresionante palmarés en Europa contra el Borussia Dortmund. El equipo blanco huye del favoritismo. El partido es hoy sábado
Frente al calor sofocante de Madrid y el verano infernal que se anuncia, en Londres hace el tiempo de Londres, una primavera más que fresca para el Borussia Dortmund - Real Madrid, la final de la Champions. Se pide pasaporte en la frontera y los aficionados madridistas y alemanes han buscado la manera más barata de cambiar los euros a libras, porque Londres es Europa para jugar la Champions y para roaming telefónico, pero no para el resto de cosas. Se llega a Londres tras pasar una frontera, como si todo cambiase.
Todo, menos el Real Madrid. Si a pesar del Brexit se puede seguir considerando a la capital inglesa parte de Europa es porque el equipo blanco quiere ganar la Champions en Wembley, donde nunca ha ganado y pocas cosas más que el fútbol construyen una identidad común y pocas cosas más que el Real Madrid han peleado por coronarse en Europa. Es el Rey. Hoy busca la 15, una cifra que impresiona. Es tal su dominio de la competición que llega a este choque con un cartel de favorito que se puede no asumir, pero que es imposible negar. El Real Madrid ganó hace dos años la Champions y este curso ha dejado por el camino al Manchester City de Guardiola y al Bayern, además de al Leipzig. Otra vez ha escrito batallas épicas y remontadas en minutos imposibles, otra vez ha vuelto a agarrarse a aquello que los rivales no se pueden agarrar porque no saben muy bien qué es, donde está o cómo se puede comprar.
No lo sabe el Borussia Dortmund, que llega con la piel de cordero y la ilusión desbordante de us aficionados. Campeón de Europa en 1997, no esperaban, de ninguna manera, disputar este partido, pero fue más efectivo y mejor en los momentos decisivos contra el Atlético y también contra un decepcionante PSG de Mbappé. El francés, por cierto, ha asegurado que verá la final, pero fiel a su hermetismo, no ha dicho con quién va. El resultado le importa, aunque no está claro que es lo que puede preferir: o la victoria de su futuro equipo, lo que siempre es una alegría o la derrota de su futuro equipo, lo que supondría que la semana que viene se plantaría en Madrid con mucha más urgencia y necesidad que en el primer caso.
El Borussia ha sido quinto en la Bundesliga, tras una temporada discreta y no contaba para nadie en la Champions, pero casi todas las temporadas hay una sorpresa y alguna de ellas logra alcanzar la final y soñar con todo. Ni su nombre ni su temporada asustan como sí lo hicieron el City o el Bayern en el camino del Madrid y ese favoritismo, esa sensación de superioridad que está en el ambiente, es lo que quiere combatir el equipo blanco en las horas previas al encuentro de esta noche.
«¿Sabes lo que pasa? Que en muy pocos escenarios el Real Madrid no es favorito. Ante cualquier rival», explicaba Carvajal esta semana en una entrevista a Efe. «Nosotros sabemos que de puertas para adentro no lo somos, para nada. El Dortmund está en la final por méritos propios. Ha eliminado a rivales muy fuertes, logró quedar primero en un grupo de un nivel de dificultad extremo y tenemos que hacer las cosas muy bien para ganarles», dice el canterano.
Edin Terzic, entrenador del conjunto alemán, lleva preparando este encuentro a conciencia, simulando el partido en los entrenamientos vistiendo al rival del equipo titular de blanco y copiando el sistema. Porque sabe que gran parte de sus posibilidades pasan por saber jugar el partido, esto es, por vencer el miedo, el ambiente, los nervios de las horas previas, esa sensación de estar en un momento único, de que equivocarse es mortal. La ansiedad, tan humana.
El Borussia ganó la final del 97 contra la Juventus y perdió la de 2013 contra el Bayern Múnich. Ha disputado dos finales en 26 años. En ese tiempo, el Real Madrid ha jugado ocho finales y ha ganado las ocho. Desde 2011 solo ha faltado a dos semifinales de la competición. Si hay un equipo que juega estos partidos como rutina, ese es el Real Madrid. Se vio en la última final de París: cuando no se sabía muy bien qué pasaba por la mala organización francesa y los aficionados del Liverpool no podían entrar y el caos era considerable, Ancelotti anunció en el vestuario que el partido se retrasaba. Los futbolistas hablaban de lo que estaba pasando fueron porque veían los móviles, había cierto desorden y entonces, Toni Kroos dijo: «No importa, ganamos más tarde».
No quiere Terzic empezar a perder el partido cuando los jugadores se crucen en la boca de los vestuarios y se pueda leer en los ojos, en los gestos de nervios, en ese dolor de tripa que no tiene explicación, que se pueda leer quién tiene miedo.
No lo va a tener Kroos, en su adiós del fútbol de clubes, en busca de su sexta Copa de Europa, ni Carvajal, que tiene el reto hoy de igualar a Gento, como Nacho, que también persigue la sexta, pero con la emoción de levantarla él. No tendrá miedo Courtois, que llega del infierno de una lesión ni Rüdiger, que asusta, ni Mendy y menos Valverde o Camavinga o Vinicius o Rodrygo, jóvenes, pero con cicatrices y batallas de veteranos y una Champions en el bolsillo. Ni Bellingham, que tardó medio segundo en darse cuenta de qué iba esto.
El Dortmund ha preparado el partido a conciencia, con todos sus detalles, para evitar las transiciones, pero también el dominio rival y también los tiempos muertos, que no parece que pase nada, pero en los que va a pasar todo. Pero sabe su técnico que tiene que luchar contra lo otro, lo que no está en el campo y sí en la piel. Ahí está el partido, de ahí, a priori, el favoritismo que cae hoy en el Madrid.
Horario y dónde ver el Borussia Dortmund - Real Madrid, final de la Champions
El partido entre el Borussia Dortmund y Real Madrid, final de la Champions, que se disputa en el estadio de Wembley se puede ver hoy sábado en TVE o en Movistar, a partir de las 21:00 horas.
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