«Como no soy español...»

No marcó. Otra vez se vistió de rojo y se fue sin encontrar esos goles que le liberen de una vez cuando juega con España, pero la pelea de Diego Costa es infinita. Quiere ser el delantero que necesita la Selección y no se cansa de intentarlo. Ante Bélgica se fue sin anotar, pero dejó detalles, completó un buen partido y agitó el encuentro nada más entrar en el campo. Morata fue el primer «9» titular de la era Lopetegui, pero el madrileño tuvo que dejar el campo antes de la media hora con un golpe fuerte en el muslo. Se temió algo peor al principio, pero sólo fue un susto. Parece que tiene la iniciativa el madridista en los planes del nuevo técnico, aunque el casting junto a Costa y Alcácer parece que está abierto y habrá alternativas.

Con Morata noqueado apareció el hispano brasileño, que tocó de espaldas dentro del área para dejarle a Silva el remate del 0-1. Después, pelea, lucha, piques con los rivales y hasta con la Prensa en la zona mixta. «Si fuera del Real Madrid o del Barcelona se diría que he jugado bien, pero como no soy español...», lanzó el delantero, satisfecho con su rendimiento. «Creo que ha sido mi mejor partido con España, me voy más contento que otras veces», añadió antes de hacer un poco de autocrítica respecto a su carácter. «A veces me lío y es culpa mía, pero se me critica muy fácilmente», cerró para ya, por fin, descansar definitivamente. Todo lo que hizo el futbolista del Chelsea sobre el césped sumó, aunque en el remate otra vez le entraran las prisas por demostrar que también sabe marcar con su país de adopción. Lo tuvo antes del descanso, pero no encontró el momento de cruzar la pelota ante un defensa belga y Courtois. Su puntería no explotó tampoco frente a esta Bélgica blandita de Roberto Martínez, pero tiene crédito y la confianza de Lopetegui, que quiere un equipo que presione más arriba y se divierta en el centro del campo. Para el puesto de delantero tiene trabajo sucio todo el que quiera con Morata y Costa, dos chicos que se dejan el alma para abrir espacios que aprovechen los que llegan por detrás. Alcácer espera su momento.