
Copa del Rey
El día que el Barça plantó a la Copa y al Rey y fue indultado
Los blaugranas decidieron no disputar la vuelta de las semifinales de Copa ante la falta de jugadores

Real Madrid y F.C. Barcelona disputarán este sábado 26 de abril la final de la Copa del Rey. Los blaugranas lograron derrotar al Atlético de Madrid en semifinales, mientras que el Real Madrid acabó con el sueño de la Real Sociedad, no sin sufrir.
Lo cierto es que ambos conjuntos se han visto las caras en multitud de ocasiones en la Copa del Rey. La última vez que los dos equipos se midieron en una final fue en 2014, con aquel mítico gol de Gareth Bale recorriendo toda la banda para acabar anotando el 2-1 definitivo en el minuto 85.
Se trata de una competición con una larga historia, donde los equipos más modestos se pueden enfrentar a los grandes. Por ello, existen grandes anécdotas que rodean a la copa. Desde la eliminación de grandes clubes por equipos de categorías inferiores hasta historias curiosas que solo ocurren en esta competición. Sin embargo, ninguna está por encima de lo ocurrido con el F.C. Barcelona en el 2000. Los culés se medían al Atlético de Madrid en semifinales y lo ocurrido pasó a la historia.
El plantón del F.C. Barcelona al Atlético de Madrid
24 de abril del 2000. El F.C. Barcelona se medía al Atlético de Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey por un pase a la final. Los colchoneros habían logrado vencer 3-0 en el partido de ida en el Vicente Calderón, por lo que llegaban al Camp Nou con una gran ventaja para lograr la clasificación.
Lo que nadie se esperaba era todo lo que sucedería a continuación. El club blaugrana solicitó a la federación de fútbol el aplazamiento del partido, puesto que contaba con jugadores lesionados y otros se marchaban con sus respectivas selecciones, al tratarse de una fecha reservada en el calendario para los compromisos internacionales. Futbolistas de la talla de Rivaldo, Litmanen, Kluivert o Luis Figo no estaban disponibles, hasta el punto de que tan solo 10 jugadores de campo podían jugar el partido.
Por aquel entonces, Ángel María Villar se encontraba en la presidencia de la Federación, mientras que José Luis Núñez era el presidente del Barcelona. Desde el club trataron hasta el último momento de suspender el partido, pero las continuas negativas de Villar llevaron a que el F.C. Barcelona decidiera no disputar el encuentro.
Los jugadores de Louis Van Gaal, con Pep Guardiola como capitán, saltaron al terreno de juego y protagonizaron una pantomima que no se ha olvidado con el paso de los años. Los 11 jugadores, entre ellos dos porteros, salieron al campo y se colocaron en la línea de banda, momento en el que Pep se dirigió a Santi Denia, capitán de los rojiblancos, y al árbitro para anunciar que no iban a jugar.
"El F.C. Barcelona no puede acceder a que sus jugadores disputen el partido, porque entiende que su convocatoria es nula de pleno derecho; vulnera los derechos deportivos, sociales y económicos del Barcelona; y finalmente porque no puede sumarse a una decisión federativa que entraña la adulteración, desvalorización y desprestigio de una competición oficial, ni puede asumir la responsabilidad de participar en la farsa en que consistiría la disputa de este partido en las condiciones en que lo ha situado la Federación, porque todo ello entrañaría una falta de respeto de respeto al adversario, a los socios, al público, a los patrocinadores y al Rey", aseguraba el comunicado del club tras lo sucedido.
Con esta decisión, el Barcelona quedaba eliminado automáticamente de la competición y el Atlético de Madrid avanzaba a una final que finalmente perdería ante el Espanyol de Barcelona.
Una decisión que trajo consecuencias
Desde la federación se había advertido al club blaugrana que, de cumplir con sus amenazas, habría una sanción sin precedentes. Y así fue. A pesar de los innumerables recursos presentados por el Barcelona a los diferentes comités, la RFEF se mostró tajante con su decisión y sancionó al equipo. El Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ratificó que el Barça había perdido la eliminatoria, excluyó al club de la siguiente edición de la Copa del Rey y le sancionó con dos millones de pesetas.
No obstante, la sanción no se respetó al 100%. Y es que al año siguiente, el F.C. Barcelona volvió a estar incluido en la competición para sorpresa de muchos. Ángel María Villar fue reelegido como presidente de la RFEF y entre sus medidas de gracia estaba incluir al club blaugrana en el sorteo copero.
A pesar de poder participar, el Barcelona cayó al año siguiente ante el Celta de Vigo en las semifinales.
El club informó a la Casa Real
Tal y como informó Efe, el Barcelona se puso en contacto telefónico con Carlos García Revenga, asesor de las Infantas, pero no estableció comunicación directa con los responsables de la Casa del Rey. El representante del Barcelona, en esa comunicación telefónica, pidió a García Revenga que transmitiera esa información a Iñaqui Urdangarín, esposo de la Infanta Cristina, que forma parte de la plantilla del Barcelona de balonmano.
Desde el club se reconoció que no se utilizó el conducto adecuado para informar a la Casa Real de que no iban a jugar el partido de vuelta. Sin embargo, afirman que trataron, en la medida de lo posible, trasladar el respeto de la entidad a la competición y a Su Majestad.
Tal y como informaron fuentes del club, el Barcelona aseguró tener dificultades para contactar con la Casa Real debido a que el día de contacto era festivo debido a las vacaciones de Pascua.
Un precedente que también es histórico para el Atlético de Madrid
Tras esta extraña clasificación del Atlético de Madrid, los colchoneros no han vuelto a clasificarse a una final teniendo como rival al Barça en semis. Y es que esa "maldición" se ha vuelto a cumplir este años, después de que los de Hansi Flick derrotaran al Atleti en el Metropolitano (0-1) tras el empate a cuatro en Montjuic.
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