Real Madrid

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El Madrid gana al Leganés y ya espera al Bayern en la Champions

El once del Bernabéu, menos Casemiro, fue el once de los futbolistas que se han ido quedando en el camino, que no han estado a la altura de las circunstancias

Borja Mayoral celebra su gol con sus compañeros. REUTERS/Javier Barbancho
Borja Mayoral celebra su gol con sus compañeros. REUTERS/Javier Barbancholarazon

El once del Bernabéu, menos Casemiro, fue el once de los futbolistas que se han ido quedando en el camino, que no han estado a la altura de las circunstancias.

El Madrid pensó en el Bayern y en la semifinal de la Champions en el partido contra el Leganés y lo ganó sin más emoción. Un gol de Bale y otro de Mayoral fueron suficiente para superar a un rival que redujo distancias al final. No importaba mucho el choque del Bernabéu porque el Madrid está pensando en el Bayern y en la Champions y lo otro no importa.

Fue contra el Leganés cuando el Madrid encontró su punto de inflexión esta temporada. Zidane se convenció de que quizá no podía fiarse de todos sus hombres y que necesitaba un cambio de dirección para variar el rumbo del equipo. Se dejó de pruebas, de rotaciones y redujo el grupo de jugadores útiles: con el paso de los días fue perfeccionando el plan, cambiando la jerarquía del vestuario de manera radical y puede que inexorable hasta llevar al equipo a un paso de su tercera final consecutiva. El martes va toda la temporada y el partido contra el Leganés no era ni un ensayo ni un test para algunos futbolistas. Ya no. Fue casi un encuentro para hacer tiempo, para que pasasen más rápido las horas a la espera del momento de la verdad.

El once del Bernabéu, menos Casemiro, fue el once de los futbolistas que se han ido quedando en el camino, que no han estado a la altura de las circunstancias y o que no han demostrado la regularidad adecuada. Sin embargo, cumplió, como no hizo en el choque de la Copa del Rey,

Era, definitivamente, el plan «B» formado por jugadores que no suelen entrar en la convocatoria, como Vallejo, Achraf, Ceballos, Llorente y Mayoral o suplentes como Casilla y Theo y las dos «Bes», las de Bale y Benzema, que juegan partidos como este de titulares porque ya todos saben que sus opciones de empezar el choque contra el Bayern del martes son escasas. Y los dos fueron capitanes.

Es la semifinal de la Champions la que marca todo en el Madrid por eso ni siquiera hubo sensación de revancha para devolverle al otro equipo del sur de Madrid lo que sucedió en enero. Qué va. Todo transcurrió en calma, ante menos de 60.000 espectadores, sin estrés, fútbol a un ritmo distinto, sin entradas violentas, sin nada en juego, sin emoción. Fútbol al 50%. Un buen día, sin embargo para que algunos jugadores dejasen alguna nota destacada: para ver por ejemplo a Ceballos, quizá el futbolista que más sensación ha dado de no haber estado a la altura de lo prometido. En sus escasos minutos de juego ha demostrado que tiene clase para conducir a un equipo y que su futuro parece mejor que su presente. Ceballos fue de lo mejor del Madrid, con personalidad y distinción en el centro del campo, siempre a un toque o dos, y siempre buscando el modo de hacer más daño al rival sin adornos.

Al juego de Ceballos le acompañó el despliegue de Bale durante la primera parte. Cuando más podía dejarse llevar es cuando más carácter está mostrando el galés. Contra Las Palmas hizo un encuentro excepcional y frente al Leganés, sobre todo cuando tuvo fuerzas, estuvo por todas las zonas del campo, más participativo que nunca y marcando el primer gol de una media chilena extraña, que pasó por debajo de los pies del portero rival.

Al Leganés el partido tampoco le iba mucho. Casi salvado, es un equipo que ya ha completado su temporada con nota y que sólo piensa en cómo va a ser su futuro, si con Garitano en el banquillo o con un nuevo entrenador. Le costó encontrar el modo de entrar en el partido, pero cuando lo hizo ya no le perdió la cara. Explotó la banda derecha de su ataque para hacer daño y fue ganando metros según pasaban los minutos. Sin embargo, Mayoral, un jugador que sólo vive para el gol, les dejó muy lejos antes del descanso.

La virtud del Leganés es que no mira el resultado al jugar. Siguió a lo suyo, al mismo ritmo del Madrid, de tarde de sábado, de pachanga de fútbol antes de hacer cosas más importantes. Amrabat y El Zhar se activaron y el Leganés hizo un tanto y pudo empatar.

Vale, daba igual. Fue un partido extraño: entre la impaciencia de lo que está por venir y la nostalgia de ver, con esos futbolistas, lo que pudo ser y no fue.

El brasileño Casemiro, jugando en una nueva posición de central, es el único titular del Real Madrid al que Zinedine Zidane no concede descanso para el duelo de Liga de Campeones del martes ante el Bayern Múnich, apostando por la segunda unidad frente al Leganés.

Con Dani Carvajal e Isco lesionados, Raphael Varane, Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo fuera de la convocatoria, el resto de jugadores que fueron titulares en el Allianz Arena inician en el banquillo frente al Leganés salvo Casemiro.

El Leganés lo hace con: Cuéllar; Zaldua, Bustinza, Siovas, Rico; Rubén Pérez, Gabriel, El Zhar, Amrabat; Darko y Guerrero.