Málaga C.F.
El Madrid supera a un incómodo Málaga y confía en mañana
Zidane acabó el choque con un 4-4-2 clásico, con Theo y Marcelo en la banda izquierda, esa combinación que tanto le gusta al francés y con los tres puntos asegurados
Zidane acabó el choque con un 4-4-2 clásico, con Theo y Marcelo en la banda izquierda, esa combinación que tanto le gusta al francés y con los tres puntos asegurados.
El primer penalti que han pitado al Madrid en esta Liga le agarra a la Liga después de adelantarse dos veces al Málaga y dos veces pegarse un tiro en el pie con errores defensivos. Pero la clara falta de Luis Hernández a Modric en la segunda parte, cuando más confuso estaba el conjunto de Zidane deja al equipo blanco pendiente de lo que ocurra mañana en el duelo entre el Barcelona y el Valencia, la primera vez que el Madrid espera remontar la distancia con el líder de la Liga.
Para esto tenía que ganar al Málaga y hubo un momento en el que el asunto se le complicó, lo que no estaba en los planes de los madridistas y menos después de que el equipo saliese con ánimo, con la idea de aprovechar la inercia de la goleada frente al Apoel. Puede parecer absurdo, pero la fuerza con la que empuja Carvajal por la banda derecha da otro aire al Madrid. A veces está más afortunado en los centros al área; otras menos, pero es uno de los futbolistas que más hace para llevar al equipo hacia arriba. Con él y con los mejores minutos de Marcelo del partido, el equipo de Zidane recuperó su característica más decisiva: los balones desde las bandas. Por ahí llegó todo el peligro, porque sin Modric, al principio en el banquillo, Isco tenía que jugar por dentro, pero no tuvo su mejor día el andaluz. Recuperó las bandas el Madrid y los remates de cabeza, que tan poco resultado le habían dado esta temporada. Un arma que salvó los días más complicadas en la pasada campaña y que apenas ha podido utilizar en ésta. Pero de un centro de Marcelo y un remate de Ronaldo llegó el primer tanto. Y, por fin, de un saque de esquina, llegó el segundo. Lo remató Casemiro casi sin saltar, aprovechando el aclarado.
Pero no supo administrar el Madrid su ventaja, frágil en el centro del campo al defender y con errores que pudieron costar demasiado. El primero fue una falta de entendimiento de Kroos y Varane. El alemán creía que el defensa le estaba dando una cobertura para sacar el balón, pero el francés ya había abandonado esa posición junto a la línea de fondo. En vez de un suave toque a un compañero, el pase de Kroos se convirtió en uno en profundidad para un rival. Vallejo tampoco estuvo listo en su marca en el área y el Málaga empató por primera vez. En la segunda fue Casilla quien hizo que el Bernabéu echase de menos a Keylor Navas, que estaba en el banquillo, en su penúltimo paso antes de volver a recuperar la titularidad. El tiro era fuerte, pero centrado y el guardameta del Madrid no supo detenerlo.
Eso ocurrió en la segunda parte, cuando los locales habían perdido el ánimo con el que empezaron el partido, confundidos por sus propios errores. El Málaga se vio con el marcador empatado, se sintió fuerte y fue ambicioso: quiso más, quiso el partido. Zidane dio paso a Modric porque los suyos habían perdido la brújula. Ni Kroos, ni Lucas Vázquez ni Isco acertaban al ayudar a Casemiro y sacó al croata para poner orden. Le fue bien el cambio porque pudo encontrar de nuevo la pelota y fabricar la jugada del penalti junto a un Lucas Vázquez más acertado en ataque que otros choques de esta temporada.
Levantarse tres veces era demasiado para el Málaga, que además, con los tres cambios hecho cuando se creía fuerte, no pudo sustituir a Recio, quien cojeaba y terminó de delantero. Zidane acabó el choque con un 4-4-2 clásico, con Theo y Marcelo en la banda izquierda, esa combinación que tanto le gusta al francés y con los tres puntos asegurados. Respiró aliviado porque no las tuvo todas consigo. Ahora, a esperar.
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