Real Madrid

Real Madrid

El Sevilla gana al Madrid, que sólo piensa en Kiev

Imagen del partido entre el Sevilla y el Real Madrid. Reuters
Imagen del partido entre el Sevilla y el Real Madrid. Reuterslarazon

El 26 de mayo, Kiev. El resto de días y los partidos que haya no valen para nada, ni siquiera para preparar al equipo para la noche clave. Es en los entrenamientos donde Zidane da las instrucciones y decide cómo y quién va a jugar contra el Liverpool y no en los encuentros como el del Sanchez Pizjuán, frente a un Sevilla que sí se jugaba algo, con un Madrid lleno de suplentes. Fue ese plan B que tan pocas buenas noticias ha ido dejando a lo largo de la temporada. No las mejoró contra el conjunto de Caparrós, que se aprovechó de la debilidad de Vallejo o de que Theo en la banda izquierda no es como Marcelo, algo imposible, pero sí que se esperaba que se acercase un poquito. No aporta en ataque y no cubre en defensa, como se vio en el tercer tanto.

La medida del partido lo dio el cambió que hizo Zidane en la segunda parte. Quitó a Ceballos, que no pudo controlar el encuentro y sacó a Mayoral para intentar marcar un gol, pero las llegadas del Madrid a final del choque no tuvieron fruto. El campeón de Europa nunca fue muy deprisa, pero sí dominó y según pasaban los minutos echó al rival atrás. El Sevilla se dejó. Marcó dos goles y luego dejó que el contrario llevase el control mientras con Ben Yedder intentaba hacer daño. Le salió bien: en la segunda mitad, sin apenas hacer nada, tuvo dos ocasiones claras. La segunda, de Mercado, acabó siendo tercero. Fue Ramos quien se lo metió. Con Casemiro y Benzema, el capitán era el único de los titulares e hizo de todo: desde dar una sudadera a uno de los fondos del estadio al principio del encuentro, hasta fallar un penalti, que estrelló en el larguero. y meter otor. Es imposible que el capitán madridista pase inadvertido cuando vuelve a lo que fue su casa.

El conjunto de Caparrós tenía muy claro su plan: balones altos al lado de Vallejo, ganar la jugada y llegar rápido arriba. Lo hizo varias veces y dos de ellas acabaron en gol. Tiene que meterse en la Liga Europa y con esa motivación fue suficiente para sacar ventaja al Madrid al comenzar el choque. Muy rápido arriba y con seguridad atrás, al conjunto andaluz le valió para sumar los tres puntos y ponerse por encima del Getafe, el último objetivo que le queda en esta extraña temporada. Caparrós ha llegado para esto: dar intensidad a su vestuario y le está saliendo bien.

Con los pasos de los minutos, el Sevilla dejó todo el peso del choque al Madrid, mientras se cerraba atrás con orden. La pelota no le servía para nada. El entrenador quiere alcanzar los objetivos mínimos y lo va a hacer con principios básicos y nada de retórica. Hay que ir a lo seguro.

Lo bueno para el Sevilla es que el Madrid tampoco tenía muy claro qué hacer con ella. Kovacis ofrece tanto vértigo como desorden. Casemiro no está para eso y Ceballos desaprovechó la oportunidad que tuvo. Lo mejor de los de Zidane llegó por el lado de Lucas Vázquez, que fue quien levantó al equipo en la segunda mitad y le hizo mirar con un poco de ambición, aunque sin exagerar. En el otro lado, Asensio pasaba inadvertido.

Lo mejor del plan B fue Mayoral, un futbolista que en sus pocos minutos ha dejado claro que es un delantero aprovechable en un equipo con menos exigencia. Marcó antes que Ramos y el equipo de Zidane perdió por un soló gol sin dar nunca la impresión de urgencia o necesidad o eso que te impulsa. El Madrid mira al 26, lo de ahora, ni le importa ni le duele.