Fútbol

La Eurocopa como "pedrada": cuando las vacaciones consisten en trabajar siguiendo a España

Adelina, licitadora de proyectos europeos, se ha cogido vacaciones para ser fotógrafa autónoma y seguir, principalmente, a la selección española

La Eurocopa como "pedrada": cuando las vacaciones consisten en trabajar siguiendo a España
Adelina Cobos, apasionado del fútbol femenino y de la selección españolaNoe Llamas

Dice su hermana, con ese lenguaje fraternal y de andar por casa, que lo de Adelina sólo puede ser una «pedrada». Que coger quince días de vacaciones a finales de junio y principios de julio para irte a la Eurocopa femenina, trabajar noche y día como fotógrafa autónoma e intentar colocar las fotos, no es coger vacaciones; lo que parece, más bien, es perderlas.

De vacaciones, trabajar sin parar

Pero Adelina Cobos, de 47 años, licitadora de proyectos europeos en EFE, pidió sus vacaciones en cuanto pudo para que coincidieran con la fase de grupos de la Eurocopa, porque lo de tener una «pedrada» en la cabeza, en realidad, no es fácil distinguirlo de un destino. «Estoy encantada, no puedo ser más feliz, no quiero volver a casa. Me gusta el ambiente, la selección española y hacer fotos. Me encanta poder estar aquí en este momento, en este ambiente, entre fotógrafos, y me siento una privilegiada de poder estar siguiendo a esta impresionante generación de jugadoras», dice al otro lado del teléfono, en Berna, en su apartamento compartido para ahorrar costes, en un pequeño momento de relax entre partido y partido, fotos, edición y ese sin parar de un gran acontecimiento. «Mí día a día es ir a un partido o dos, cargar baterías, coger las tarjetas de memoria, asegurarme de que tengo todo el equipo, protegerlo con chubasquero, estar concentrada», relata. «Llego súper pronto al campo, hago la plantilla del día, hablo con la gente. Y luego, las fotos».

Está empezando en la fotografía deportiva, así que intenta que nada se le escape. «Estoy concentrada en sacar fotos en las que pase algo, que no es tan fácil, aunque parezca una obviedad. Y a veces lo consigo. En Instagram soy incapaz de poner las fotos cuadradas, las pongo horizontales para que se vea todo el contexto», cuenta con pasión. «Luego hay que editarlas y eso lleva muchísimas horas. Hay mucho trabajo de post producción. Puedo hacer 2.000 fotos y las miro todas. Y esa es la clave. Selecciono y me acabo quedando con entre 100 y 200. Después, selecciono aun más hasta dar 30 al medio».

Amor al fútbol

Adelina empezó a jugar al fútbol de pequeña, cuando lo hacía con sus hermanos mayores, y desde entonces, no hay manera de dejar de pensar en fútbol. Cuando era niña, en aquella España de los 80 y 90, esa que la nostalgia quiere endulzar, no había muchas posibilidades de ser futbolista si eras mujer. Y ella, además, mediocentro como Fernando Redondo, comprendió enseguida que no siempre la pasión va acompañada del don del talento. A los 17 años encontró el Rayo Majadahonda y aquello fue más que un descubrimiento, fue un lugar de encuentro para adolescentes futbolistas que no tenían ningún lugar en el que jugar. Era más que cumplir un sueño. Era encontrar tu sitio.

Estuvo también en Tres Cantos y en Las Rozas. Todo a cambio de nada. Bueno, no: a cambio de nada de dinero, pero puede que a cambio de todo.

Después, pasó la vida. Y tuvo que ganársela: estudiar Económicas, buscarse un trabajo, realizar sus otras pasiones, como viajar, o desde hace años, la fotografía. El fútbol femenino se quedó en un lado, como quien apaga una luz y cierra la puerta.

Como si así se acallará el primer amor. «En la última Eurocopa, en 2022, cuando se jugó en Inglaterra, yo estaba en Bruselas, trabajando en la Comisión, y la vi por la tele. Me lo pasé muy bien, me fascinó», cuenta. «Y me dije: yo quiero».

Pedrada, destino, vocación. El fuego que a todos nos arde y que no se apaga, pese a que nos hagamos los distraídos. Adelina, licitadora de proyectos en la Comisión Europea, escribió al Anderlecht, uno de los equipos clásicos de Bélgica, se presentó, les dijo que era fotógrafa y que le gustaría colaborar con el equipo femenino.

Pasado los 40 años y en su tiempo libre volvía a estar de prácticas.

El fútbol, un lugar donde estar

Estuvo en la última final de la Champions que perdió el Barcelona, consiguió un par de colaboraciones en medios, las suficientes para que la UEFA la acreditase para esta Eurocopa, y ha creado la página https://insightonphoto.com donde cuelga y ofrece sus fotos de fútbol, pero también de voleibol o hípica, cualquier deporte. Y ahora, en Berna, con frío y lluvia, no sabe cómo hacer para que le den días en su trabajo y poder, si llega la España de Alexia y Aitana Bonmatí, volver a la semifinal y la final. En principio, ese resto de vacaciones las tiene planeadas para septiembre, en la playa.

Para descansar. «El fútbol es transversal, es un lugar donde estar», dice. ¿Quién quiere descansar?