Robertson: la vida dejó de ser una basura

Andy Robertson es el líder de Escocia. Fue el que mejor supo mantener el equilibrio entre el fuego y la cabeza fría que pedía su seleccionador, Steve Clarke, para el estreno ante la República Checa, en el que cayeron derrotados por 0-2. El lateral izquierdo fue el que más peligro llevó con sus subidas por el costado, pero sus centros no fueron bien rematados. Él es el capitán, el experimentado y su selección llevaba sin disputar la fase final de un gran campeonato desde el Mundial de Francia 1998. Robertson sólo tenía cuatro años en aquel momento, y más que los partidos recuerda la fiesta que había en su casa por ese acontecimiento. La última Eurocopa con Escocia fue la de 1996. Y antes sólo había jugado la de 1992. Se puede decir que es una pequeña hazaña que estén ahí.

Pero Robertson sabe que no ha sido fácil llegar a ese estatus que tiene y conseguir lo que ha logrado. Famoso es el tuit que mandó en 2012: «La vida a mi edad es una basura sin dinero #necesitountrabajo». Estaba en un momento complicado, le habían echado del Celtic de Glasgow por ser demasiado bajito (ahora mide 1,78) y tenía que decidir si quería seguir apostando por el fútbol o empezar una carrera universitaria. Formaba parte de las filas del Queen’s Park, en las categorías inferiores, y para vivir trabajaba en el estadio del club, Hampden Park, contestando los teléfonos para las entradas de los partidos, de los conciertos... Le dieron la oportunidad de jugar en el primer equipo, que estaba en la Tercera División, y su ascenso a partir de ahí fue ya imparable. No tardó en llamar la atención de otros clubes más poderosos y el ojeador del Dundee United sólo necesitó verlo 25 minutos para saber que ahí había un gran futbolista. El Hull fue su siguiente destino, dando el salto ya a la Premier, y finalmente recaló en el Liverpool, donde ha hecho historia, ya que el chico que pedía trabajo en las redes sociales ha ganado la Champions, en 2019 en el Wanda Metropolitano, y la Premier, la temporada siguiente, título que el equipo «red» llevaba 30 años sin levantar. Primero no era titular con Klopp, pero la lesión del español Alberto Moreno le hizo un hueco que ya no dejó. El año que conquistó la Orejona fue protagonista de la remontada al Barcelona en Anfield, después de haber perdido 3-0 en el Camp Nou. Tuvo un encontronazo con Messi, al que dio un golpe en la cabeza cuando el argentino estaba en el suelo. Meses más tarde, admitió que no estaba orgulloso de haber hecho eso «al mejor».

Robertson y Escocia no tendrán fácil sumar puntos en su segundo partido, pues delante está Inglaterra, a la que muchos seleccionadores, como el de Bélgica, Roberto Martínez, le han puesto la etiqueta de favorita en la sombra por su calidad y porque podría disputar en casa seis de los siete partidos necesarios para llegar al título. Inglaterra busca certificar la clasificación después de haber superado a Croacia en el estreno (1-0).

El lateral zurdo, con más libertad para subir la banda en su selección al tener la protección de los tres centrales, quiso motivar a sus compañeros y cuando llegaron a la concentración para la Eurocopa les regaló unas cajas por valor de 900 euros que contenían objetos tecnológicos como cascos, relojes inteligentes, whisky... Ahora no tiene los problemas que en la época de su famoso tuit de 2012. Cobra 3 millones de libras.

Lo que no ha conseguido es ganarse el cariño futbolístico de su hijo, al menos como número uno: «A Rocco le encanta el fútbol y ahora conoce a muchos de los mejores jugadores del mundo. Me encantaría decir que soy su jugador escocés favorito, ¡pero no! Por supuesto, es súper John McGinn, como les pasa a la mayoría de los hinchas de Escocia», confesó en una entrevista a FourFourTwo.