MVP

Gavi, el “animal competitivo” que se adueñó del Clásico de la Supercopa con 18 años

El joven talento del Barça participó de forma decisiva en los tres goles sin dejar de correr para ayudar en defensa. “A su edad lo normal es estar en el filial y ya le habéis visto”, dice Busquets

Gavi remató con la zurda para lograr el primer gol del Barcelona al Real Madrid
Gavi remató con la zurda para lograr el primer gol del Barcelona al Real MadridSTRAgencia EFE

Robert Lewandowski llegó a Barcelona para marcar goles y para intentar guiar a los talentosos jóvenes que tiene el equipo. Y su alumno más aventajado es Gavi, que a sus 18 años sigue derribando barreras sin preguntar y juega con un descaro inusitado, con sus cordones desatados y la lengua golpeando la parte interior de la boca como si fuera Michael Jordan. Va a la selección absoluta con toda naturalidad y en uno de sus primeros partidos chocó con Pogba o con quien se le pusiera por delante como si estuviera jugando en la calle y no la final de la Nations League. “Ya sabéis cómo compite. Es un animal competitivo. Con su edad lo normal es estar jugando en el juvenil o en el filial y ya le habéis visto”, lo alabó Busquets en los micrófonos de Movistar. “Y todavía tiene mucho camino de mejora, tiene que escuchar y aprender, porque ya me dirás tú con esa edad”, añade el capitán.

O mandó en el Clásico de la Supercopa participando en todos los goles de su equipo desde una posición un poco distinta a la habitual. Xavi planteó el partido con cuatro centrocampista y renunció a uno de los extremos, el izquierdo, lugar que fue para Gavi por su capacidad de sacrificio. Corrió para atrás cuando fue necesario, pero sobre todo lo hizo para adelante para buscar el espacio. La primera vez que le encontró Pedri en ese cuadrado de los azulgrana en medio, terminó con el tiro al palo de Lewandowski después de una parada espectacular de Courtois. No sería la primera conexión con el polaco, tampoco la más letal, porque poco después en una transición rápida, el delantero le asistió para que lograra el 1-0. El control de Gavi fue extraordinario, para poner el balón en la posición ideal para poder rematar con la zurda y superar al gigante belga que había en la portería.

Cuando la primera parte estaba terminando cambiaron los papeles, se naturalizaron, por decirlo de alguna manera, porque en teoría quien tiene que dar los pases es el joven medio y quien tiene que rematarlos es Lewandowski. Fue en otra jugada rápida, la manera como el Barcelona encontró el camino del gol en un encuentro en el que también tuvo el control como costumbre.

Lewandowski marcó y se llevó la mano al abdomen, como estuvo haciendo durante mucho tiempo por un encontronazo que tuvo con Militao del que incluso tuvo que ser tratado por los fisioterapeutas. Está aprovechando los partidos que puede jugar en enero, ya que en Liga está sancionado y no se le verá hasta el mes que viene.

Ancelotti sacó a Rodrygo en el descanso, lo que suponía trabajo extra para Gavi porque ya sí tenía que multiplicar las ayudas en defensa. Tampoco le impidió volver a aparecer en todos lados. Primero en la recuperación ante un mal pase de Ceballos, y siguió la jugada para repartir su segunda asistencia, esta vez a Pedri.

Gavi es un soldado por la forma de afrontar los partidos y porque no le importa jugarse el tipo metiendo la cabeza en un balón bajo ante Camavinga o lanzarse en plancha para adelantarse ante una pelota ante Carvajal. Pero también tiene galones ya pese a su corta edad por todo lo que ofrece en el campo. Contra el Real Madrid no sólo compitió y dio equilibrio con su trabajo defensivo, también decidió en el área contraria.