FC Barcelona

La impactante revelación de Szczęsny sobre el problema que sufre en sus manos: "No se lo deseo a nadie..."

El portero se ha sincerado sobre "el sufrimiento" que le llevó a poner fin a su carrera y ha revelado que en su primera temporada en el Barça jugó gratis.

Wojciech Szczesny of FC Barcelona warms up during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between FC Barcelona and Athletic Club at Spotify Camp Nou stadium on November 22, 2025 in Barcelona, Spain. AFP7 22/11/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Wojciech SzczesnyAFP7 vía Europa PressEuropa Press

El portero Wojciech Szczesny, portero suplente del F.C. Barcelona, es todo un personaje fuera y dentro del campo. Tras haber conquistado a los aficionados culés, el guardameta ha concedido una entrevista muy personal a la edición polaca de la revista GQ en la que desvela algunos secretos íntimos como la relación con su padre, su amor por la comida y el tabaco o el problema que padece en sus manos.

"De niño le tenía miedo a mi padre. Me avergonzaba deliberadamente en público delante de desconocidos. Me humillaba", confiesa el guardameta en una entrevista con Olivier Janiak y Grzegorz Kapla.

Batí el récord de grasa corporal

El portero de 35 años también se ha referido a su obsesión por la comida y su vicio de fumador. "Me gusta comer, y aunque logro mantenerme dentro del límite de peso, batí el récord de grasa corporal del Barcelona. Excesivo. Una vez, Lewy, burlándose de mí en el vestuario de la selección polaca (solo iba en ropa interior), dijo: "¿Cómo pudo Szczęsny tener una carrera así con ese cuerpo?". El entrenador Michniewicz, también portero, dijo entonces: "Verás, Lewy, ser portero es como jugar al ajedrez. Juegas con las manos, pero en realidad con la cabeza". Desde entonces, siempre que alguien me dice: "Wojtek, ve al gimnasio", respondo: "Oye, es ajedrez".

Wojtek, que se ha ganado el apodo de "Fumador" en España tampoco rehúye hablar sobre una adicción que le ha costado algún que otro disgusto. "El entrenador y yo estábamos sentados en la sauna hace poco y le pregunté qué opinaba. ¿No se ha convertido mi imagen en una carga para el club? El entrenador respondió que lo importante es lo que hago en el campo. "Mientras seas súper profesional, puedes incluso fumar durante el desfile por el título".

En enero de 2015, tras un partido complicado, cuando el Arsenal perdió 2-0 contra el Southampton, Szczęsny fumó un cigarrillo en la ducha y el entrenador lo pilló. Pagó una multa y fue expulsado del once inicial, poco después de ser cedido a la Roma.

"Jugué gratis en el Barça"

En cuanto al FC Barcelona, ha revelado datos de su fichaje y ha afirmado que jugó gratis la primera temporada. "No es que hubiera perdido la pasión por el fútbol... Simplemente no me entusiasmaban las ofertas. Los clubes de los diez mejores hacían propuestas, pero no se trataba de subirme el precio. No euería jugar sólo por dinero. Tres días antes de anunciar mi retirada, incluso le dije a Lewy (Robert Lewandowski) que no quería jugar más en ningún club... a menos que fuera el Barcelona. Cuando llamaron, probablemente sabían que podían convencerme", afirma.

"Jugué gratis mi primera temporada en el F.C. Barcelona. Lo que recibí del Barça fue exactamente lo que tuve que devolver a la Juve por rescindir mi contrato antes de tiempo", añade.

"Estoy harto de este sufrimiento"

Pero lo que más ha llamado la atención es el doloroso problema que sufre en sus manos y que pocos conocían hasta ahora. "Esa fue una de las razones por las que terminé mi carrera. Ya estoy harto de este sufrimiento. Llega un momento durante el entrenamiento en que pierdo por completo la sensibilidad en las manos y ni siquiera puedo sostener una botella de agua por el dolor. Entonces, los entrenadores y yo bromeamos diciendo que el entrenamiento se acabó porque estoy paralizado otra vez. No es un dolor constante; es peor durante la pretemporada, durante entrenamientos muy exigentes. Durante la temporada, es más fácil porque haces dos entrenamientos y luego un partido, así que las manos descansan, y no es tan fuerte. Es un dolor extraño. Se extiende desde la muñeca hasta el codo. No sé si está en la parte interior, más cerca de la placa, o más cerca de la palma... como si todo el interior de mi brazo intentara salir, como si presionara desde dentro", confiesa.

Un balón pateado por un buen jugador viaja a 180 kilómetros por hora. A veces más. Mientras Szczęsny controle la parada, el dolor es soportable. Pero cuando detiene un potente disparo a corta distancia con el antebrazo es insufrible. "No se lo deseo a nadie", sentencia el guardameta blaugrana.