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Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA: «Ya no guardaré más secretos»

Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA y uno de los detenidos en la operación de EE UU, asegura que puede probar cómo Blatter influyó en las elecciones de Trinidad y Tobago

El ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner
El ex vicepresidente de la FIFA Jack Warnerlarazon

Las investigaciones sobre la FIFA van cercando a Blatter y su papel como máximo dirigente, mientras que algunos detenidos ya no quieren aguantar más o pretenden aprovechar este momento para dar su estocada al ex jefe. El último fue Jack Warner, que ayer, en un mensaje televisado y después en un mitin, amenazó al ex presidente de la FIFA con sacar a la luz todos los documentos que tiene y que pueden ser definitivos. Warner fue vicepresidente del organismo hasta que en 2011 tuvo que dejarlo por la sospecha de unos sobornos. Cuando se fue, la FIFA decidió no seguir investigando. Ahora, Estados Unidos ha sido más persistente o su amenaza le ha asustado más. Ex ministro en su país, miembro del Partido Liberal Independiente y acusado de recibir en 2004 un soborno de 10 millones de dólares que depositó en una cuenta en EE UU, decidió ayer pasar al ataque y lo hizo como todo político: situándose como un salvador de su país. «Tengo una serie de documentos que incluyen cheques y declaraciones que prueban el nexo entre la FIFA, su financiación y el partido UPC», que ganó las últimas elecciones celebradas en Trinidad y Tobago. Warner considera que ha llegado la hora de atacar a todos. «Los documentos tratan sobre las transacciones internacionales de la FIFA, que incluye a su presidente Sepp Blatter, pero que no se limitan a él». Dice, además, que ha repartido los documentos y están a buen resguardo porque teme por su vida. Y que se ha cansado de estar callado. «Ya no guardaré más secretos», continúa afirmando en el vídeo grabado que luego difundió por las redes sociales.

Warner, presidente de la Concacaf de 1990 a 2011, se presentó voluntariamente cuando supo que le buscaban, pasó una noche detenido, pagó una fianza de 400.000 dólares y salió por agotamiento. Según algunas informaciones, después se fue de fiesta. En el primer instante se declaró inocente de todo: «He luchado sin descanso contra todas las formas de injusticia y corrupción. No he sido interrogado por este tema. Repito que soy inocente de toda acusación. Dejé la política del fútbol mundial para implicarme en la mejora de la vida de mi país donde, gracias a Dios, moriré», pero ahora ha decidido pasar al ataque. Acusar, en vez de ser acusado. Ser una víctima, en vez de uno de los 14 sospechosos que fueron detenidos en la operación que encabezó Estados Unidos contra la FIFA.

Warner, que fue un hombre cercano a Blazer (el que ha destapado todo), no aporta más pruebas ni motivos de por qué la FIFA influyó en las elecciones de su país. Pero repite su mensaje. Lo hizo en televisión y después en el mitin: «He estado en la FIFA 30 años consecutivos. Estaba a un paso de Blatter», amenazó.

«Blatter sabe por qué cayó. Y alguien más lo sabe: yo»

En un mitin, Jack Warner sacó este documento que puede ser uno de los cheques de los movimientos de dinero que va a denunciar. Pero aún no ha aportado pruebas de lo que asegura. Sólo amenazas nada veladas. «Blatter sabe por qué cayó. Y alguien más lo sabe: yo». El ex vicepresidente de la FIFA es un personaje más que peculiar, que se atreve a compararse con Ghandi, que también estuvo en la cárcel. Estados Unidos aún no ha pedido su extradición, por lo que continúa haciendo su vida a la espera de acontecimientos, que no dejan de suceder. Ayer Estados Unidos aseguró que en el G-7 de la próxima semana se podría hablar de este asunto.