Málaga

España calienta para Rusia

Golea en el amistoso a Costa Rica, aunque los internacionales españoles se emplearon como si se tratara de un partido oficial.

Morata celebra su gol.
Morata celebra su gol.larazon

Golea en el amistoso a Costa Rica, aunque los internacionales españoles se emplearon como si se tratara de un partido oficial.

Era el debut de Kepa Arrizabalaga en la porteria de la Selección. El guardameta del Athletic continúa la saga de porteros vascos de la Roja, interrumpida desde hace años, pero resultó invisible para casi todo el mundo. Era el único experimento que se permitió Lopetegui. Su primera preocupación es asentar el bloque y después ir probando a los jugadores complementarios. El seleccionador quiere que España se reconozca en el espejo como el equipo dominador que lo ganó todo. Y de momento lo consigue.

El primer paso para divertir es divertirse y a eso se dedica la Selección sin perder efectividad por el camino. A los seis minutos ya había marcado Jordi Alba una jugada que había comenzado Odriozola por la derecha. La jugada empezó por un costado y terminó por el otro, sin hacer caso a los consejos de los clásicos que decían que nunca deben subir los dos laterales a la vez. Pero Odriozola y Jordi Alba tienen toda la banda para ellos solos. Isco y Silva prefieren moverse por el interior y los laterales aprovechan el campo abierto para hacer daño. Sólo ha necesitado dos partidos Odriozola para hacerse un hueco en la Roja. Llegó en la anterior convocatoria por la lesión de Carvajal. Tampoco está el madridista en esta convocatoria, pero no va a ser fácil desplazarlo de la lista definitiva para el Mundial de Rusia. Cumple con las necesidades ofensivas de España, sube de manera constante y baja a defender con la misma facilidad. Sin haber jugado en las divisiones inferiores hasta llegar a la sub’21, parece haberse formado con estilo de la cantera de la Roja.

España toca cuando se juntan Isco, Iniesta y Silva, entra por las bandas y marca goles, pero también se esfuerza en la defensa. La prueba es el segundo gol de Silva, que era el cuarto de España. Fue persiguiendo a Oviedo hasta la banda, se lanzó al suelo para robarle el balón, lo recuperó y regresó con él hasta el área para marcar. No importaba que fuera un partido amistoso y que la Roja ya fuera ganando por 3-0. Lamentaba Lopetegui no disponer de más partidos para preparar el Mundial, pero los futbolistas parecen decididos a aprovechar al máximo los que tienen.

Incluso Piqué estuvo a punto de marcar en alguna ocasión. Todos los córners iban a su cabeza porque Sergio Ramos estaba siempre vigilado por el gigante Waston. Lo intentó con el pie y con la cabeza, pero le faltó la puntería que tuvo Morata para marcar el segundo. Los delanteros de España tienen que aprovechar las pocas oportunidades que tienen. Su trabajo en muchas ocasiones es feo, tienen que esforzarse en abrir huecos para los que llegan por detrás y en la escasez su obligación es estar atentos. El delantero del Chelsea siguió una jugada entre Jordi Alba, Silva e Iniesta que debía acabar en Thiago para empujar la pelota que había quedado suelta en el área.

España acaparaba la posesión y las oportunidades. Isco disfrutaba animado por su público, que gritaba su nombre a la menor oportunidad, aunque tuvo que marcharse antes de tiempo por culpa de una entrada de Waston. Iniesta parecía el de siempre. Suyo fue el último gol, un disparo desde fuera del área aprovechando la pasividad de la defensa costarricense. Llegó desde el centro del campo hasta el borde del área sin que nadie lo molestara. No tuvo más remedio que marcar. Después, sería sustituido por Luis Alberto, que pudo estrenarse con la Roja en su primera convocatoria. La defensa era una ayuda para España. Silva se lamentaba antes de marcar el tercero de que Iniesta no se la hubiera pasado. Pero era sólo cuestión de paciencia. La pelota rebotó en dos defensas antes de llegar a los pies de Silva, que marcó con la derecha. España no tenía rival.