Delito fiscal

Messi sigue imputado

Messi, llegando a los Juzgados de Gavá en septiembre de 2013
Messi, llegando a los Juzgados de Gavá en septiembre de 2013larazon

La Audiencia desestima el recurso del jugador, que está a un paso de ir a juicio por defraudar a Hacienda¡.

Leo Messi irá a juicio casi con toda seguridad después de que la Audiencia Provincial de Barcelona desestimara su recurso contra la decisión de la juez de instrucción de Gavà. Él y su padre, por tanto, siguen imputados presuntamente por haber defraudado 4,1 millones de euros: 1.059.398,71 en 2007; 1.572.183,38 en 2008 y 1.533.092,87 en 2009. Además, la estrella del Barça ya pagó a Hacienda 10 millones para regularizar los ejercicios de 2010 y 2011. El futbolista pedía que se archivara la causa contra él porque desconocía cómo estaban organizando su dinero. «De la plata se encarga mi papá», dijo el delantero en su declaración de imputado. Y sus abogados afirmaron en su defensa que él «jamás ha dedicado un minuto de su vida a leer, estudiar, analizar el contenido documentario de los instrumentos contractuales y mercantiles que vehiculan la gestión jurídica de la riqueza que él crea con su trabajo y esfuerzo de deportista profesional». Cargaban toda la responsabilidad en el padre y pedían que se siguiera el proceso sólo contra él. Esta teoría era apoyada por la Fiscalía, pero la Abogacía del Estado, que representa a Hacienda, se opuso, refrendada ahora por la Audiencia, en un auto firmado el lunes, dos días después de la conquista de la Copa de Europa.

Jorge Messi creó una estructura societaria cuando su hijo todavía era menor de edad, con empresas en paraísos fiscales que eran las que se encargaban de gestionar los derechos de imagen del jugador, evadiendo con ello el pago de impuestos en España, que es donde ejerce su actividad. Cuando Messi alcanzó la mayoría de edad, firmó los documentos e incluso aparece como «administrador y socio único» de una de las empresas, JENBRIL. Según la defensa, eso «no constituye prueba alguna de que conociera el alcance de lo que firmaba». En el auto de la Audiencia, en cambio, se dice que «si bien es comprensible que un jugador de relevancia no esté al tanto de los pormenores de la gestión de un patrimonio millonario, para lo que se provee de los correspondientes asesores, en este caso concreto había datos [...] para afirmar la existencia de una sospecha seria sobre la existencia de la deuda tributaria». Es decir, el entramado que había alrededor de su dinero, con empresas en paraísos fiscales, debía despertar la duda en Messi de si «los ingresos eran transparentes o no para la Hacienda española».

Respecto a la hipótesis de que el jugador no sabía nada y el padre es el único responsable, la Audiencia muestra ciertas sospechas. «Tal hipótesis, que puede expresar lo que realmente sucedió o ser una mera estrategia de defensa, no excluye necesariamente el hecho de que el apelante pudiera haber advertido la irregularidad de los contratos que firmaba y de las declaraciones en las que omitía los ingresos sujetos a tributación». Por otro lado, a los magistrados les parece raro que el padre no contara nada a Messi: «No es regular ni habitual en la relación entre un padre y un hijo [...] que el primero emprenda conscientemente acciones que puedan perjudicar al segundo [...] sin consultarle o explicarle, aun de modo sucinto, el marco general y los riesgos que pueden derivarse». El proceso, por tanto, sigue su curso. El próximo capítulo será la apertura del juicio oral.