Fútbol
A Messi se le está poniendo cara de Maradona en México 86
La única ilusión del “10″ en esta parte final de su carrera es jugar con Argentina y ganar el Mundial de Qatar para ponerse a la altura de el “Pelusa”
Cada día que pasa, los aficionados argentinos se convencen un poco más de que el de Qatar va a ser su Mundial. Ni se acuerdan de la última vez que su selección perdió un partido y ver a Messi hacerle cinco goles a Estonia ha echado más gasolina a la llama de la ilusión. El de Scaloni no es ni de lejos el grupo más talentoso que ha reunido Argentina en los últimos treinta años, pero a cambio es un equipo convencido en torno a una idea y unido alrededor de un líder incuestionable. Messi no quiere retirarse sin ese Mundial que siempre le recuerdan cuando se plantea la cuestión de si el más grande fue Maradona o es él, y en esta parte final de su carrera es lo único que le ilusiona de verdad. Su temporada en el PSG ha sido más que discreta y sólo recupera la sonrisa cuando se junta con todos los chicos de Scaloni.
Después de ganar la Finalísima a Italia en Wembley y antes de irse a Rosario para las vacaciones, estaba el amistoso ante Estonia, un partido menor que debía servir para probar algunas de las caras nuevas de la convocatoria más que para otra cosa. Pero Messi lo quiso jugar completo y además convertirlo en un día histórico con su primer repóquer con la camiseta albiceleste. Cinco goles que elevan a 86 sus tantos con la selección, que le permiten superar a Puskas y colocarse cuarto en la clasificación histórica. «No hay palabras para describirlo. El día que no juegue más, el mundo del fútbol lo va extrañar. No sé qué más decir, es muy difícil. Es como Rafa Nadal, ¿qué más se puede decir? Es preferible que hablen los periodistas, que ellos saben. No hay palabras para describirlo, y sobre todo, para todo lo que él genera», decía Scaloni después de la exhibición de su estrella en El Sadar. «Es un placer tenerle en este grupo. Es un placer para todo el cuerpo técnico poder entrenarle y es un placer ver cómo se comporta y cómo se brinda por esta camiseta», continuaba el entrenador.
Messi no está en la misma plenitud que en Copas del Mundo anteriores, pero a cambio está más arropado por un sistema de juego mucho más trabajado y parecido a un club. Esta Argentina sabe a lo que juega y es más práctica que brillante esperando la inspiración de su número 10. En otros campeonatos, para Leo era un casi un fastidio jugar con el escudo de su país en el pecho. Mucha responsabilidad y poca conexión dentro del campo y con los entrenadores. Ahora es distinto, está rodeado de amigos: Lo Celso, Di María, De Paul, el Papu Gómez... con los que tiene una gran complicidad dentro y fuera del campo. Además muestra una voracidad que no se le había conocido antes con su selección. Quiere ganar todo y no hay días poco importantes con esa camiseta. Cada vez se parece más a ese líder que era Maradona en México 1986, cuando convencía a sus compañeros que tenían que luchar juntos contra todo: los rivales, la FIFA, la prensa...
Con el triunfo en la última Copa América, Leo se ha quitado esa presión de no haber ganado nunca un título con la selección y ahora ha ganado también la Finalísima dando un baño a la campeona de Europa. La mayoría que le acusaba en las derrotas de no sentir la camiseta y ser más barcelonés que argentino ha desaparecido y todo el país lo tiene como ídolo. No hay ninguna afición que haya reservado ya más viajes a Qatar para el mes de noviembre y diciembre, cuando se disputa el Mundial 2022. Argentina debuta el 22 de noviembre ante Arabia Saudí y nadie duda de que las gradas del Lusail Stadium van a estar repletas de «trapos» albicelestes para vivir el comienzo del sueño.
Esta Argentina, que se siente favorita, alcanzó ante Estonia los 33 partidos consecutivos sin perder, muy cerca ya del récord que tiene Italia con 37 entre 2018 y 2021. La última derrota fue en las semifinales de la Copa América de 2019, y desde entonces el saldo es de 22 triunfos y 11 empates.
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