El Real Madrid desperdició la oportunidad de adelantarse en el partido contra el Valencia, al fallar un penalti que dará que hablar. Mbappé arranca en posición correcta y encara la portería de Mamardashvili, perseguido por César Tárrega. El delantero se va al suelo y el árbitro, Cuadra Fernández, señala penalti y tarjeta amarilla. Si hubiera sido fuera del área, era roja, pero dentro, si se considera que la infracción se comete en un intento de jugar el balón, es amarilla.

Pero la acción no quedó ahí. Figueroa Vázquez, desde el VAR, dijo a su colega que lo fuera a revisar a la pantalla, porque la acción no es una zancadilla: es el delantero del Madrid el que golpea la pierna del defensa, aunque también hay un leve contacto arriba.

En este tipo de situaciones, casi siempre el árbitro de campo acaba haciendo caso de la sugerencia del VAR, pero en esta ocasión, valorándolo todo, Cuadra Fernández decidió mantener su decisión, que para eso va a revisarlo.

El penalti, por tanto, se lanzó, pero Vinicius no estuvo acertado, Mamardashvili le adivinó la dirección y detuvo la pena máxima.