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Guerra

La fan del Real Madrid bajo las bombas de la guerra de Ucrania

Victoria nació y vive en Kiev. Apenas se ha perdido partidos en los últimos años. Quién sabe si verá el siguiente

Victoria Prymak
Victoria PrymakLa Razón

Algunas noches Victoria Prymak duerme dos horas seguidas. Las noches buenas. Cuando empezaron los bombardeos en Kiev, la ciudad donde nació y en la que vive, dormía sólo una. En su casa tienen las mochilas preparadas en la puerta por si hay que salir corriendo y dejar atrás el hogar. La última explosión ha sido hace un rato, después todo se ha quedado en calma y, mientras habla con este periódico, cuenta que todo está en silencio. «No puedo decir que no tenga miedo, pero intento mantenerlo a raya con respiraciones profundas, con humor o hablando de otras cosas».

Habla de fútbol, mucho, y más del Madrid. Porque el fútbol es una de las partes más importante de su vida. A sus 36 años recuerda cuando jugó de manera profesional hasta que no pudo más porque apenas le pagaban el salario mínimo. Hizo un intento para ser periodista deportiva, pero por ser mujer, no la aceptaron. «Mi padre es muy aficionado del Dinamo de Kiev y cuando era niña íbamos al Olympiyskiy. Me gustaba mucho ese ambiente, ese espíritu de camaradería. Me acuerdo también de ver en la tele la final de la Champions del Milan, que iba de blanco, contra el Dream Team de Cruyff, un equipo que enamoraba a mi padres y sus amigos». A ella no. El Barcelona perdió 4-0. Un año después Victoria vio la escena de Míchel besando el césped del Bernabéu antes de retirarse para siempre del Madrid. «Y eso fue tan espectacular, tan sincero, que se llevó todo mi interés. Más tarde me encantó el juego y espíritu de Raúl. Y el querer ganar siempre del Madrid. Y en 1996 vi a Zidane por primera vez. Entonces supe qué fútbol era lo que quería ver todos los días y todas las noches». Años después, llegaría la perfección: Zidane fichó por el Real Madrid.

Victoria se comunica primero desde el refugio, después desde su casa. «Pensé nos íbamos a quedar sin luz y sin Internet. No puedo imaginar cómo sería la vida sin ellos. Ahora estamos conectados todo el día para informarnos a través de las noticias oficiales, de nuestro distrito, en chats. No puedo parar. Leemos y leemos». Y tienen rabia: «No tenemos el sentido de pertenencia a tu casa, pueblo o ciudad, eso que ayuda a comprender lo que es tuyo, quién eres... No lo tenemos porque fuimos destruidos como nación durante muchos siglos. Y nos dicen que no deberíamos existir».

Sin poder ser periodista deportiva, encontró un foro con participantes de muchas nacionalidades en el que se hablaba del Real Madrid. Participó y con el tiempo se convirtió en moderadora. Fue a más: en 2007 decidió crear su propio sitio web: https://realmadrid.one, donde analiza, informa y traduce artículos sobre el Real Madrid. «Para mí era muy importante brindar información de primera mano. Además, me encantaba Gistau (qué lastima lo que le pasó) y me encanta Valdano. Me gusta muchísimo leerlos y traducirlos. También a Jabois, a Jorge Bustos, a Sid Lowe, o a Julio César Iglesias. Y la revista Panenka, pero no tengo la suscripción».

Su web es muy profesional, pero como casi todo en Internet, muy poco rentable. Al hacerla, aprendió diseño, mejoró su manejo del idioma y continuó su pasión por el deporte. Ucrania había evolucionado, así que por fin pudo encontrar trabajo como periodista. Estos días no está trabajando mucho. «Necesito mi imaginación, pero no me funciona ahora», cuenta. Toca sobrevivir. Cuando ya los rumores anunciaban problemas, fue a la compra para volver con 40 kilos de productos y evitar salir a la calle. Tampoco puede ir a otro punto de la ciudad a echar una mano a sus padres. «Nunca pensé que sería testigo a una guerra. Escuché tantas historias sobre la guerra de mis abuelos, sobre Segunda Guerra Mundial.... Cuando tus padres, tus amigos o toda la familia puede morir en cualquier momento, es muy difícil de aceptar».

Vio el partido del Real Madrid contra el Rayo. «Creo que desde 2001 sólo me he perdido unos diez partidos del Real Madrid». En la segunda parte, se durmió. «¡Pero no porque el Madrid no marcase!». Al menos se despertó a tiempo para ver el tanto de la victoria. El sábado es el encuentro de LaLiga contra la Real Sociedad. «Lo quiero ver, pero me cuesta concentrarme si estoy preocupada o tengo miedo». Y el futuro, además, nunca ha sido tan incierto.

«¿Estoy hablando demasiado?», pregunta. «Por primera vez en varios días, no estoy hablando de lo que está pasando aquí, y eso me distrae un poco».