Tenis

Putin ya tiene un nuevo héroe, Daniil Medvedev

El ruso sucede a Djokovic como número uno del mundo y alcanza un puesto que durante más de 18 años ha ocupado alguno de los miembros del “Big 4″

Medvedev celebra un punto en el reciente torneo de Acapulco
Medvedev celebra un punto en el reciente torneo de AcapulcoDAVID GUZMAN GONZALEZAgencia EFE

Han tenido que pasar más de 18 años para que otra raqueta al margen de Nadal, Federer, Djokovic y Murray se convierta en número uno del mundo. Es la hora de Daniil Medvedev, el vigésimo séptimo jugador que lidera la ATP y el tercer ruso en hacerlo después de Yevgeny Kafelnikov y Marat Safin. Las 361 semanas de Djokovic han encontrado sucesor, aunque sea por poco tiempo. Y es que el 14 de marzo Medvedev cederá el primer puesto del ranking al perder los 250 puntos que consiguió el año pasado en Marsella. Djokovic no restará puntos con lo que recuperará el número uno, aunque la historia es muy probable que vuelva a cambiar en Indian Wells. En California sí estará el ruso, pero no el serbio. El futuro de Medvedev al frente de la ATP está despejado hasta el Abierto de Estados Unidos. En Nueva York levantó su primer y de momento único Grand Slam y hasta allí sólo tiene que defender 2.030 puntos. Djokovic, más de 5.000. Y es que el ruso no brillo el año pasado en Indian Wells ni Miami. Tampoco lo hizo en las giras de tierra batida y hierba con lo que tiene vía libre.

En su ascenso hasta la cumbre hay una figura que trabaja en la sombra al margen de su técnico Gilles Cervara. Se trata de la psicóloga Francisca Dauzet, la encargada de vigilar la cabeza del ruso. Ella tiene clarísimo su papel y su importancia: “La final del pasado Abierto de Australia fue el único partido que no preparamos juntos como sí sucedió en la semifinal y la final del Abierto de Estados Unidos”. “Ver a Daniil en el número uno representa el orgullo y la realización de un camino que comenzó hace 20 años, dedicados a una inversión total en el trabajo y a superarse a sí mismo. Es un logro profesional enorme para todo el equipo”, asegura Cervara. Y es que su grupo de trabajo ha conseguido modelar a un jugador que tenía un carácter demasiado irascible. Así lo reconoce él mismo y así lo ha demostrado en muchos partidos: “No soy una persona amable o buena, soy una persona tranquila en mi vida privada, pero no tengo ni idea porque todos los demonios salen cuando juego al tenis. Me pregunto a mi mismo por qué me pasa esto, pero intento que no vuelva a suceder”.

Su amigo y compañero en la Davis y la Copa ATP Rublev ofrece la clave del nuevo número uno: “Le conocí con seis años y siempre ha sido un luchador. Cuando era joven pensaba que no tenía la técnica adecuada. Sus golpes eran extraños. Ahora también lo son, pero cuando era un niño era aún peor. No tenía golpes impresionantes, pero tenía esa cosa increíble que ahora muestra y es que pelea hasta el final sin importar nada más. Esto es lo principal, lo que le ha llevado al máximo nivel, el motivo por el que gana tanto y por el que ahora es el número uno del mundo”. El entorno de Medvedev asegura que el salto lo dio cuando se coló en el “top 5″ y lo ratificó con la victoria en Nueva York en 2021 ante Djokovic. “Ahora se trata de que cada día desee ser mejor que el anterior, tiene que buscar la progresión permanente que le haga ser humilde, superarse a sí mismo y no dar nada por hecho”, comenta Cervara.

El que era un héroe para Vladimir Putin hace apenas seis meses, como lo demuestra el telegrama que le envió después de proclamarse campeón del Abierto de Estados Unidos -”Has ganado como los grandes campeones”, le puso-, ha sido muy tibio al opinar sobre la invasión rusa a Ucrania. “Deberíamos cuidar nuestra Tierra y cuidarnos unos a otros. Esto es lo más importante, quiero promover la paz”, dijo antes de medirse con Nadal en Acapulco y en plena ofensiva. Todo lo contrario expresó su amigo Rublev. Antes de la final de Dubai, el número siete del mundo con 24 años tomó un rotulador y después de su semifinal escribió “No war please” en la lente de una cámara de televisión. Rublev se explayó en Instagram: “En estos momentos te das cuenta de que mi partido no es importante. No se trata de mi partido, de cómo me afecta. Lo que está pasando es mucho más terrible. Te das cuenta de lo importante que es tener paz en el mundo y respetarnos pase lo que pase, estar unidos”. Khachanov también se solidarizó en las redes sociales donde envió su particular “No a la guerra” con las banderas rusa y ucraniana además de diversos emoticonos pidiendo el fin del conflicto.