Real Madrid-Cádiz (2-1): El Madrid se va al Mundial con buena cara

El Real Madrid cerró hasta después del Mundial con las mejores sensaciones después de dejarse puntos en los dos encuentros anteriores. Ganó al Cádiz, aunque no con toda la solvencia deseada porque le cuesta mucho defender su portería esta temporada. Sea el rival que sea, se marcha con un gol y así es difícil vivir sin inquietud. Courtois no está en plan milagroso como el curso pasado y el Madrid juega los encuentros con una mochila más pesada. Tiene que ajustarse ahí para disfrutar un poco más porque a veces se balancea demasiado en el alambre. Además, pese al dominio tuvo un día de esos en los que el gol le cuesta, sin Benzema o con Benzema con la cabeza en otros asuntos. Tuvo que ser Militao, como en Getafe y como en Vallecas, quien hiciera el tanto que puso el partido cuesta abajo. En realidad el defensa brasileño no tuvo más que peinar el pase que le puso desde la banda Kroos, un balón alto, con efecto hacia dentro, al ser golpeado con el interior, una delicia para el que llega al remate.

Pero es que Kroos está en ese plan en el que todo lo que hace es constructivo. Después, en la segunda mitad metió el segundo tanto, con violencia, con una volea, y entre medios, hizo un encuentro de alto nivel, como casi todos los que lleva este curso. No estuvo en Vallecas y puede que eso explique el papel de los de Ancelotti allí. Porque es que el alemán da claridad en cada toque de balón: donde hay un barullo, él encuentra una salida. Siempre encuentra el espacio y el momento para hacer el fútbol más sencillo y efectivo.

Vinicius también va buscando claridad con sus regates, el problema es que no le dejan encontrarla porque se ha convertido en la diana de todos los defensas. Hubo una jugada, con el marcador a cero en el que entre dos rivales consiguieron evitar una internada de Víni y mandaron el balón`a córner: lo celebraron como un tanto. Eso es lo que provoca el brasileño, que también tiene el Mundial en la siguiente parada, pero que actúa como si no lo supiera. Porque no mira más allá de la siguiente jugada. El problema es que le buscan y el no rehuye. Si los árbitros le protegieran, no habría más polémica, pero se lleva golpes y también las amarillas. Contra el Cádiz ya había recibido un par de faltas y algún golpe más, de amarilla para el rival, pero el que vio la tarjeta fue él por reprochar a Fali una agresión sin balón a Rodrygo. Vini defiende a sus compañeros aunque eso le suponga meterse en un follón.

Fue él, por tanto, quien revolucionó el encuentro y le dio las pulsaciones necesarias para que el Madrid jugase cerca del área del Cádiz y no al revés, como en los primeros minutos. Se hizo con el encuentro el equipo de Ancelotti, al que le faltó algo de tranquilidad cuando se acercaba a la portería. Rodrygo ha perdido, por ahora, el don de la oportunidad. Hace cosas interesantes, recibe atrás`y regatea bien, pero últimamente ha perdido fineza cuando tira a la portería y el Madrid lo está lamentando. No estaba tampoco Asensio, que en el último choque fue quien tuvo las ideas más claras cerca del área rival. Ancelotti apostó por el equipo habitual, con Valverde y no hubo sitio para él.

Lo bueno es que Militao sirve para todo. Alaba no está en su mejor año y el brasileño se ocupa de defender, adelantarse para que no reciban los delanteros y marcar los goles para abrir camino. El tanto abrió la distancia que hay entre el Cádiz y el Madrid, pero el partido no se resolvió hasta el final, pese a que la segunda parte fue del conjunto de Ancelotti, con más espacios frente a un equipo obligado a estar más abierto. Marcó Kroos y remató fuera Modric un jugadón de Vini. Increíblemente remató fuera. Ese gol tenía que haber cerrado la actuación. Pero el Cádiz se aprovechó de la desidia atrás para darle algo de emoción a la noche. Ahora el Mundial y después, quién sabe.