Atlético de Madrid

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Messi en rojiblanco

Antoine Griezmann
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Cuando la grada del Wanda Metropolitano comenzó a pitar a Griezmann al parar un contraataque en el partido contra el Valencia, Simeone salió en su defensa. «Los futbolistas son quienes mejor interpretan lo que deben hacer en el terreno de juego. Antoine hizo un partido perfecto entendiendo qué había que hacer en cada momento», decía el entrenador rojiblanco. Han pasado apenas dos semanas, pero el Cholo ya no tiene que salir en defensa de su jugador. Después de un comienzo de temporada con más dudas que aciertos, el partido contra el Copenhague demostró que el francés está en uno de sus mejores momentos. Siempre ha ayudado al equipo en lo que necesitaba, trabajando en defensa y llegando hasta su área si es necesario para robar una pelota. Pero en los últimos partidos ha añadido un valor más a su juego. Al estilo de lo que hace Messi en el Barcelona, se echa atrás para convertirse en un organizador adelantado. Toca y hace jugar a sus compañeros. Y Diego Costa y Gameiro se aprovechan de esa nueva versión de Griezmann.

Retener a Griezmann

«Yo si fuese hincha del Atlético de Madrid haría todo lo posible para no perder a Griezmann. Es un jugador determinante y en esa libertad que siempre necesita y quiere, cuando está bien, elige siempre bien», decía ayer Simeone en la sala de prensa del Cerro del Espino. «Lo conozco porque lo tengo todos los días. La gente que no tiene la posibilidad de convivir con él no puede ver el día a día. Es un chico fantástico. Ilusión, alegría, humildad y un corazón enorme para el grupo. Hace vestuario, siempre está involucrado para hacer sentir entusiasmo y alegría en el día a día», explica el entrenador rojiblanco. Griezmann sigue siendo el hombre clave de su equipo.